#EscritoresArgentinos (1986) El Lagarto estaba harto
Madre: cuéntame un cuento de ésos… de un curioso enanito o de una aud… tantos que de los genios maravillo… Esas lindas historias que conoces.… Dime de caballeros que a princesas…
Dos de la madrugada. En trémula z… los silencios, vivientes; la oscur… cuando la fuerza falta y la triste… en soledad infinita para estar más… De improviso resuena el son de un…
He querido querer, Señor, y no he… tal vez habré pecado por débil o i… mas lo que sé de cierto es el debe… y que a tu Ley por siempre me mant… He querido morir, Señor, pero he…
Preséntase San Goar y suspende la… en un rayo de sol, al suponerlo un… pues que no advierte cómo desde un… satisfecho, después de encontrar t… Del haz de luz —entonces—el atavío…
¡Quién volviese a tener, para que… una madre —de noche, los párpados… quién un rozar de labios en la fre… despejando el fantasma de temores… ¡Quién tuviese, otra vez, sobre la…
Yo me pregunto, madre: ¿No se gas… que la sutil luciérnaga para alumb… ¿Y tampoco concluye —cuando la ara… el misterioso ovillo que encubiert… ¿En qué forma se ensartan anillos…
No es suficiente dar, ni dar con a… ni tampoco es bastante dar con ren… menos, dar con dolor, un poco cada… esperando de otros el reconocimien… Y no basta —siquiera—el dar por se…
No os acongojéis por falta de comi… y menos todavía por lo que el cuer… ya que más que el comer vale la pr… y más aún el cuerpo que lo que lo… Mirad las azucenas, no hilan pero…
Porque si tú no velas, vendré como… he de llegar a ti sin que sepas la… Estate alerta, pues; vigila cada a… y lo que has recibido y escuchado,… Aunque nombre de vivo posees, está…
Tengo miedo, Señor, pero no de la… tampoco de la sombra, menos de la… es miedo de la aurora —refulgente… como miedo del mundo, cuando el mu… Tengo miedo, Señor, no por valerm…
Id por camino estrecho que lleva a… —ésa que sólo niños atravesar cons… perfumada de nardos donde un ángel… y no al portal mayor que los grand… En haciéndoos pequeños ya seréis i…
Ansia de estar un día en un puente… recibir en el rostro el castigo de… sin ninguna arribada, por siempre… sin dudas ni temores, cansancio o… Y no saber siquiera, en qué forma,…
Quisiera saber, madre, de San Mar… de San Roque y su perro, San Fra… San Huberto y el ciervo, San Jor… de San Pedro y el gallo, con sus… De San Martín de Porres, que bar…
Es la mansión de ayer, la de la in… con ternura hogareña y calidez de… que aún levanta la frente, a punto… entre tanto derrumbe al que nada e… Muéstrase melancólica el ala solar…
El cambista sostiene minúscula bal… con que pesa, prolijo, los objetos… monedas, joyas, dijes, que forman… del próspero comercio de los cauto… La mujer, en los ojos, acusa desco…