#1988 #EscritoresUruguayos #VientosDelExilio
Ustedes cuando aman exigen bienestar una cama de cedro y un colchón especial nosotros cuando amamos
Hallaré a tantos como se proponga la piel de mis quimeras hallaré los presagios de los jóven… los años ya sin fondo de mi madre
De vez en cuando hay que hacer una pausa contemplarse a sí mismo sin la fruición cotidiana examinar el pasado
Siempre había sido animal de ciudad y disfrutaba siéndolo. Era evidente que lo estimulaban las complejidades y las vibraciones de ese laberinto, el olor a gasolina aunque llegase a ser ...
Ellos saben si soy o si no soy, ellos abren la puerta y dicen: «Pa… miran y relativamente son felices, endosan el destino como un cheque y eructan, aquíescentes, sin provo…
Estuvimos en epidauros veinticinco… y también escuchamos desde las más… el rasgueo del fósforo que allá ab… encendía la guía la misma gordita que entre templo y templete
Varón urgente hembra repentina no pierdan tiempo quiéranse dejen todo en el beso
De haber tenido un hijo no lo habría llamado ni mario ni orlando ni hamlet ni hardy ni brenno como reza mi fardo onomástico
Con sus pasos enanos se va acortan… y en esas brevedades ya no hay rev… apenas un caudal de sentires lacón… que vamos escondiendo con un pudor… tal vez porque no somos expertos e…
Si cada hora viene con su muerte si el tiempo es una cueva de ladro… los aires ya no son los buenos air… la vida es nada más que un blanco… usted preguntará por qué cantamos
Sé que el muro es el muro y que el cielo no es cielo sé que me olvido y oigo cómo tañe el olvido sin embargo no puedo
Éste es el epicentro del insomnio… la luna que atraviesa las persiana… pone rejas en la pared del sur / el cielo raso está desvanecido repaso los centímetros del día
Los sueños son pequeñas muertes tramoyas anticipos simulacros de m… el despertar en cambio nos parece una resurrección y por las dudas olvidamos cuanto antes lo soñado
La plaza es por ahora una mancha d… los árboles son nada más que árbol… o sea que no entran aún en la metá… el remoto mercado distribuye sus g… dispuestos a flotar sobre el vasto…
Cuando éramos niños los viejos tenían como treinta un charco era un océano la muerte lisa y llana no existía