#SigloXX #SigloXXI #Uruguayos #1988 #VientosDelExilio
Todavía tengo casi todos mis dient… casi todos mis cabellos y poquísim… puedo hacer y deshacer el amor trepar una escalera de dos en dos y correr cuarenta metros detrás de…
Señor que no me mira mire un poco yo tengo una pobreza para usté limpia nuevita
Tu voz no quiere cantar tu voz se esconde en el llanto si pregunto tu quebranto es sólo por preguntar desde que tu pena existe
Hijo mío recuérdalo son éstos los pitucos tienen un aire verdad
Viviste aquí por meses o por años trazaste aquí una recta de melanco… que atravesó las vidas y las calle… hace diez años tu adolescencia fue… te tajearon los muslos porque no q…
Todo el mundo lo admite antes no había y ahora nos asombra que aparezcan en la calle en el quiosco en las e… concurran a las puertas a los timb…
Ésta debe ser la trigésima despedida. Es un trámite que Fernando Varengo conoce de sobra. Como testigo, claro; no como viajero. Asistir a la normal y apasionada discusión de Migue...
En el muro quedaron los tatuajes d… el tiempo me conmina pero no me do… siento a pesar de todo frutal desa… y el código de agobios lo dejo par… antes de que el crepúsculo en noch…
Todo mandato es minucioso y cruel me gustan las frugales transgresiones por ejemplo inventar el buen
A veces por supuesto usted sonríe y no importa lo linda o lo fea
Para entender mejor cuán reaccionario era Jorge Manrique hay que desarrollar el complemento
El hecho de ser la única mujer entre seis hermanos me había mantenido siempre en un casillero especial de la familia. Mis hermanos me tenían (todavía me tienen) afecto, pero se ponían b...
Cuando el barco es dejado por las… a uno le vienen malos pensamientos… alarmas sin razón, carencias natas… pereza para aliarse con los viento… o no prever lo mucho que fatiga
Tal vez en un desnudo amanecer con… ese frío corpóreo y a la vez trans… que viene desde arriba como el ojo… en un exacto mundo todavía con árb… todavía con monstruos y rocío y pr…
Cuando Adán el primero agobiado por Eva y por la soledad inventó cautelosamente a dios no tenía la menor idea de en qué túnel de niebla había me…