Escampa y lejos se va la tarde,
el crepúsculo llama a la oración,
el agua de la lluvia forma charcos grandes
y los niños juegan con barquitos de ilusión.
La luna lucha con las inquietas nubes,
traviesas no la dejaban asomar,
por un minuto aparece entre tules
y luego vuelve a esconderse la luz lunar.
Las Lágrimas nublan mi turbia mirada,
aunque quiero, no puedo dejar de llorar,
estoy nerviosa, inquieta, angustiada,
mirar lo que veo me produce impotencia
ADIOS ZANJA HONDA, LLEGÓ TU FINAL
AHORA TE LLAMAS “ EL ABROJAL”
Marisa Viazzi