#Cubanos #Habaneros #Modernismo #SigloXIX #1891 #VersosSencillos
Muy fiera y caprichosa es la Poes… A decírselo vengo al pueblo honrad… Lo denuncio por fiera. Yo la sirv… Con toda honestidad: no la maltrat… No la llamo a deshora cuando duerm…
En el alféizar calado De la ventana moruna, Pálido como la luna, Medita un enamorado. Pálida, en su canapé
Homagno sin ventura La hirsuta y retostada cabellera Con sus pálidas manos se mesaba. “Máscara soy, mentira soy, decía; Estas carnes y formas, estas barba…
Mírame, madre, y por tu amor no ll… Si esclavo de mi edad y mis doctri… Tu mártir corazón llené de espinas… Piensa que nacen entre espinas flo…
Quieren, ¡oh mi dolor!, que a tu h… De su ornamento natural despoje, Que el árbol pode, que la flor des… Que haga al manto viril broche y c… Quieren que el verso arrebatado en…
Hijo, en tu busca Cruzo los mares: Las olas buenas A ti me traen: Los aires frescos
Qué me das? Chipre? Yo no lo quiero: Ni rey de bolsa Ni posaderos Tienen del vino
Las campanas, el sol, el cielo cla… Me llenan de tristeza, y en los oj… Llevo un dolor que el verso compas… Un rebelde dolor que el verso romp… ¡Y es ¡oh mar! la gaviota pasajera
Los padres se lo quieren dar todo a sus hijos, y si ven un caballo hermoso, con la cola que le reluce y el pelo como seda, no piensan en montarse ellos, como señorones, y salir trotando...
Ayer la vi en el salón De los pintores, y ayer Detrás de aquella mujer Se me saltó el corazón. Sentada en el suelo rudo
Sé de un pintor atrevido Que sale a pintar contento Sobre la tela del viento Y la espuma del olvido. Yo sé de un pintor gigante,
El mundo tiene más jóvenes que viejos. La mayoría de la humanidad es de jóvenes y niños. La juventud es la edad del crecimiento y del desarrollo, de la actividad y la viveza, de la imag...
Yo pienso, cuando me alegro Como un escolar sencillo, En el canario amarillo,— ¡Que tiene el ojo tan negro! Yo quiero, cuando me muera
Quiero, a la sombra de un ala, Contar este cuento en flor: La niña de Guatemala, La que se murió de amor. Eran de lirios los ramos,
De puntillas, de puntillas, para no despertar a Piedad, entran en el cuarto de dormir el padre y la madre. Vienen riéndose, como dos muchachones. Vienen de la mano, como dos muchachos. ...