#EscritoresEspañoles #Generación27
Querer, querer, querer: ésa fue mi corona, ésa es.
Yo no quiero más luz que tu cuerpo… claridad absoluta, transparencia r… Limpidez cuya entraña, como el fon… con el tiempo se afirma, con la sa… ¿Qué lucientes materias duraderas…
Hombres veo que de hombres sólo tienen, sólo gastan el parecer y el cigarro, el pantalón y la barba. En el corazón son liebres,
En el mar halla el agua su paraíso… y el sudor su horizonte, su fragor… El sudor es un árbol desbordante y… un voraz oleaje. Llega desde la edad del mundo más…
A la luna venidera te acostarás a parir y tu vientre irradiará la claridad sobre mí. Alborada de tu vientre,
Llegó tan hondo el beso que traspasó y emocionó a los muer… El beso trajo un brío que arrebató la boca de los vivos. El hondo beso grande
Desde que el alba quiso ser alba,… madre. Quiso la luna profundamente… En tu dolor lunar he visto dos muj… y un removido abismo bajo una luz… ¡Qué olor a madreselva desgarrada…
Alto soy de mirar a las palmeras, rudo de convivir con las montañas.… Yo me vi bajo y blando en las acer… de una ciudad espléndida de arañas… Difíciles barrancos de escaleras,
Menos tu vientre, todo es confuso. Menos tu vientre, todo es futuro fugaz, pasado
Te has negado a cerrar los ojos, m… abiertos ante el cielo como dos go… su color coronado de junios, ya es… alejándose a ciertas regiones matu… Hoy, que es un día como bajo la ti…
Un albañil quería... No le faltab… Un albañil quería, piedra tras pie… tras muro, levantar una imagen al… desencadenador en el futuro. Quería un edificio capaz de lo más…
Traspasada por junio, por España y la sangre, se levanta mi lengua con clamor a llamarte. Campesino que mueres,
Los quince y los dieciocho, los dieciocho y los veinte... Me voy a cumplir los años al fuego que me requiere, y si resuena mi hora
El último y el primero: rincón para el sol más grande, sepultura de esta vida donde tus ojos no caben. Allí quisiera tenderme
Sentado sobre los muertos que se han callado en dos meses, beso zapatos vacíos y empuño rabiosamente la mano del corazón