#EscritoresArgentinos
Verdad hiriente la verdad de unos labios enamorados. Allí donde la noche desanima a los pequeños pobres taciturnos
Balbucear cuando ya no queda otro camino balbucear aunque poco de a poco ir diciendo.
Tener un lugar para llorar por nuestros muertos en paz. Ésa es la razón
Harto de comparsas y murgas ambiciono una orquesta de cámara para mis silencios. Una nota encerrada en su altura.
Dejar olvidar de a poco el que soy. Hundirme lentamente en las horas de la noche
El amor. El Amor. ¿Dónde estará el amor? Cuántas veces dibujé la esquina donde nunca llegaste
Estoy casi muerto y sin embargo siento latir mi corazón. Una especie de rebuscada finura
Después de los cincuenta espero de… Y aunque la mano venga que nadie s… igual lo intentaré, pensando que v… y el poema deja el camino libre pa… Y cuando los grandes candidatos de…
Vuelvo de los espacios donde temía que su cuerpo dañara mi cuerpo. Albatro muerto albatro despedazado
Hilos. Nudos. Sonrisas. Pequeña gloria. Hombre en las tinieblas. Soy el que ya no sufre. No pido pan.
Éste es mi lugar de trabajo mi casa está en el sur. Venid palomas tocad esta corneta insuperable.
Te vi pasar como pasan los astros Tu mirada tu boca eran de otro. Tu simpleza no tenía límites
Partí de Buenos Aires a caballo de las palabras donde la poesía construyó su residencia. Mil días y mil noches
Soy me doy cuenta un nadador muerto de frío. Lo que me pasa es el amor. También es la nostalgia por mi país, mi barrio
Huyo de mi propia luz porque mi propia luz no es la luz del hombre. Soy entre nosotros el que desata