(1990)
Viento, deslizándose entre los cristales rotos, ilumina el rincón obscuro...
¿Donde estás, hombre lleno de pasi… ¿Se han apagado tus sueños, tus delirios, tus locuras de creación? ¿Por qué permaneces indiferente
Es loco como el tiempo es así... ¿Cómo puedes sentir en un día, en un segundo, lo que tardaste en sentir,
Encontré en tí el mar y me hundí en él... Encontré en tus ojos al amanecer
Conforme se van los días siento que te voy perdiendo, te voy perdiendo, más de lo que ya te perdí... Me siento en la ventana
De nuevo aquí... tratando de barrer la soledad que cae como polvos grises, azules, cayendo sobre mi retina
Todo es así, y todo es tan absurdo... El mundo que me gira es absurdo... ¿Seré yo también así?
Estabas ahí sentado, viviendo tu vida y yo mirándote, viviendo la mía. Estabas ahí sentado,
Se escurren mis brazos y mi cuello cae... Mis sombras se alargan, mi fragilidad se escurre por la ventana...
Hundida en lo profundo, hundida en lo que ya no es... Sumergida en ti, abro los ojos y sólo está el silencio.
Aquí estoy sentada en una banca de piedra, mirando a la gente pasar... haciendo nada. Aquí estoy
Los huecos cada vez son más grandes, las palabras y los hechos
Hundiéndose, siento el frío del tiempo en mi cuerpo. Miro las horas pasar, espero...
No pertenezco más aquí... Señor, sólo sé que pertenezco ahora a ti. No pertenezco
El viento se va, pero yo me quedo... Tu sonrisa se borra, pero yo la guardo... Tus palabras se hunden,