#1923 #Crepusculario #EscritoresChilenos
Era verde el silencio, mojada era… temblaba el mes de Junio como una… y en el austral dominio, desde el… Matilde, atravesaste el mediodía. Ibas cargada de flores ferruginosa…
El más antiguo toro cruzó el día, sus patas escarbaban el planeta. Siguió, siguió hasta donde vive el… Llegó a la orilla el más antiguo t… a la orilla del tiempo, del océano…
Te he hecho daño, alma mía, he desgarrado tu alma. Entiéndeme. Todos saben quién soy, pero ese Soy
Carne doliente y machacada, raudal de llanto sobre cada noche de jergón malsano; en esta hora yo quisiera ver encantarse mis quimeras
A la piedra en tu rostro, Vallejo, a las arrugas de las áridas sierras yo recuerdo en mi canto,
Amo el trozo de tierra que tú eres… porque de las praderas planetarias otra estrella no tengo. Tú repites la multiplicación del universo. Tus anchos ojos son la luz que ten…
Esta sal del salero yo la vi en los salares. Sé que no
Tienes del archipiélago las hebras… la carne trabajada por los siglos… venas que conocieron el mar de las… sangre verde caída de cielo a la m… Nadie recogerá mi corazón perdido
Ahora contaremos doce y nos quedamos todos quietos. Por una vez sobre la tierra no hablemos en ningún idioma, por un segundo detengámonos,
Pesada, espesa y rumorosa, en la ventana del castillo la cabellera de la Amada es un lampadario amarillo. —Tus manos blancas en mi boca.
Recordarás aquella quebrada capric… a donde los aromas palpitantes tre… de cuando en cuando un pájaro vest… con agua y lentitud: traje de invi… Recordarás los dones de la tierra:
¿Se va la poesía de las cosas o no la puede condensar mi vida? Ayer mirando el último crepúsculo yo era un manchón de musgo entre u… Las ciudades hollines y venganzas,
Desnuda eres tan simple como una d… lisa, terrestre, mínima, redonda,… tienes líneas de luna, caminos de… desnuda eres delgada como el trigo… Desnuda eres azul como la noche en…
Esta iglesia no tiene lampadarios… no tiene candelabros ni ceras amar… no necesita el alma de vitriales o… para besar las hostias y rezar de… El sermón sin inciensos es como un…
Ay qué incómoda a veces te siento conmigo, vencedor entre los hombre… Porque no sabes que conmigo vencieron