El caminante
Nunca supe cuando,
no podría asegurarlo...
Fue quizá lo que siempre estuve cobijando
o tal vez fui yo el huesped de su espacio
pero implacable y en silencio
con la paz de los que saben su victoria de antemano
como una semilla que se abre lentamente
la pregunta fue creciendo dentro mío
expandiendo poco a poco su vital melancolía
invadiendo en calma mis rincones olvidados
sin detalles que le marquen un camino
con el caos propio de la vida comenzando.
Resonando entre mi carne y mis recuerdos
fue sembrando de duda la torpeza de mis años
comenzando por mis brazos extendidos
por mis dedos y su tacto
por mis manos y su vuelo
fue llenando todo lo ocupado por mi espacio
por mis piernas y mis pasos
por mi fuerza y mis engaños.
Mi cabeza fue mas simple
una lógica respuesta
a una vida con ausencias:
alli nunca me he encontrado.
Y mientras tanto sigo en movimiento
sabiendo cruda mi derrota
esperándolo de pie a mi verdugo
que por fin ha llegado hasta mi puerta.
Nunca supe cuando,
no podría asegurarlo...
¿Para que sigo caminando?
Nicolás Mitton 30/11/2014
