Dejando atrás el miedo
Intento entender,
pero pierdo el intento.
Lo intento de nuevo
y me quedo en silencio.
Camino contento, sonrío sin miedo.
Perdido el miedo, me agarro al tiempo.
Sonrisas de perros, los dioses ajenos.
¿Cuánto queremos, lo que no tenemos?
si lo deseamos con fuerza
las aguas movemos,
y hacia el suelo las nubes traemos,
para navegar en ellas con un velero.
Velero sin velas, sin forma, ni peso
de madera sagrada, dorada es su ancla.
Tiene alas de cóndor y las patas de un ciervo
no se cansa del viento, no conoce el invierno.
Comprendo el intento,
y tiro de nuevo,
el dado va al suelo
y mis manos al cielo.
Los tiburones nunca van hacia atrás
