Escrito el año 2020 en forma de canción diminuta
Ahora lejos mío es lo más cerca que has estado de tenerme Dicen que es por mi signo... Acuario es aire sabías? Como el dicho del pájaro
A dónde estoy cuando no estoy? A dónde fui? Dónde van las cosas que no dije? las horas que gasté... el tiempo que perdí...
Cómo le pide uno algo a Dios? Y como se arranca la vergüenza de no haberlo mirado? De no atreverse, nunca pedirle no haberle rogado
Decime silencios que guarden palabras detrás de tus sombras, que cuando yo sigo tus huellas se terminan. Decime palabras que guarden
Mascaras o personas? Ojos o corazones? Caras o caretas? Preguntas sin respuestas. Todo me lleva siempre
Nieva en mi montaña, los ríos recorren mis piernas. Mis zonas rocosas se vuelven arena Se fisura mi tierra, grietas de mi… De mi planicie suscita un barranco
Si yo me encontrara conmigo, en otro tiempo, en otra parte, podría saber si es destino la fortuna o la desgracia de mirarme.
La blancura de la montaña me recuerda como quisiera que fueran mis pensamientos Pero miro al cielo y el celeste y las nubes que me nublan
Me olvidé que fui un gusano por volar en mis colores aleteando mis dolores y dejándome en desgano Me olvidé de que era sano
Sobre sus grietas se cuela un recuerdo roído, rezagos de olvido. O acaso es quimera del tiempo perdido
Voy a abrazar mi guitarra Para no soltar el verso Y se creen universos Dónde antes no había nada Y hacer magia como un hada
Yo tenía en mis manos un cofre, era de oro. No me importaba que tuviera algo dentro. Podría estar lleno
No me digan que no mueren las flores en invierno. Que con el frío no se secan sus pétalos sedientos. No les hagan creer a ellas
Caen gotas y se van, vuelven al mar y se vuelven a encontrar Las lastima una ilusión desolación
Quizás un día este árbol vuelva a quedarse vacío y el pájaro con su nido vuelen para alguna parte Y solo quede recordarte