#Mexicanos #PremioCervantes #PremioNobel #SigloXX
Los labios y las manos del viento el corazón del agua un eucalipto el campamento de las nubes la vida que nace cada día
(negra armadura viste el fuego) calorífero de combustión lenta entre las fauces de la chimenea —o mármol o ladrillo—
EL SOL dentro del día El frío dentro del sol. Calles sin nadie autos parados Todavía no hay nieve
Sima siembra una piedra en el aire La piedra asciende Adentro
Llamar al pan y que aparezca sobre el mantel el pan de cada día… darle al sudor lo suyo y darle al… y al breve paraíso y al infierno y al cuerpo y al minuto lo que pid…
Verdes y negras espesuras, parajes… río vegetal en sí mismo anudado: entre plomizos edificios transcurr… y allá, donde la misma luz se vuel… y la piedra quiere ser sombra, se…
A las diez de la noche en el Café… salvo nosotros tres no había nadie Se oía afuera el paso húmedo del o… pasos de ciego gigante
Se mece aérea se desliza entre ramas troncos postes revolotea perezosa
El sol entre los follajes y el viento por todas partes llama vegetal te esculpen, si verde bajo los oros entre verdores dorada.
Tiemblan los intrincados jardines juntan los árboles las frentes cuchichean El día arde aún en mis ojos
La luz devasta las alturas Manadas de imperios en derrota El ojo retrocede cercado de reflej… Países vastos como el insomnio Pedregales de hueso
Vuelve a la noche, racimo de horas sombrías; córtalo, come el fruto de tiniebla… saborea la ignorancia. Con orgullo de árbol
Negro sobre blanco, azul, el gigante grano de polen estalla entre las grietas del tiempo,
Hay un árbol inmóvil hay otro que avanza un río de árboles golpea mi pecho Es la dicha
Los sucesivos soles del verano, la sucesión del sol y sus veranos, todos los soles, el solo, el sol de soles, hechos ya hueso terco y leonado,