Cielos de fin de mundo. Son las c… Sombras blancas: ¿son voces o son… Contra mi sien, latidos de motores… Tiempo de luz: memoria, torre hend… pausa vacía entre dos claridades.

Canta en la punta del pino un pájaro detenido, trémulo, sobre su trino. Se yergue, flecha, en la rama, se desvanece entre alas

Quiso cantar, cantar para olvidar su vida verdadera de mentiras y recordar su mentirosa vida de verdades.

a la memoria de Jorge Cuesta Abre simas en todo lo creado, abre el tiempo la entraña de lo vi… y en la hondura del pulso fugitivo se precipita el hombre desangrado.

Blanco el palacio, blanco en el lago negro. Lingam y yoni. Como la diosa al dios tú me rodeas, noche.

Nace de mí, de mi sombra, amanece por mi piel, alba de luz somnolienta. Paloma brava tu nombre, tímida sobre mi hombro.

Déjame, sí, déjame, dios o ángel,… Déjame a solas, turba angélica, solo conmigo, con mi multitud. Estoy con uno como yo, que no me reconoce y me muestra mi…

Entre la noche y el día hay un territorio indeciso. No es luz ni sombra: es tiempo. Hora, pausa precaria,

Si ES real la luz blanca de esta lámpara, real la mano que escribe, ¿son reales los ojos que miran lo escrito? De una palabra a la otra

Quieto no en la rama en el aire No en el aire en el instante

A Alejandro y Olbeth Rossi Paisaje familiar mas siempre extra… enigma de la palma de la mano. El mar esculpe, terco, en cada ola… el monumento en que se desmorona.

Es una calle larga y silenciosa. Ando en tinieblas y tropiezo y cai… y me levanto y piso con pies ciego… las piedras mudas y las hojas seca… y alguien detrás de mí también las…

Deja que una vez más te nombre, ti… Mi tacto se prolonga en el tuyo sediento, largo, vibrante río que no termina nunca,

Las horas, su intangible pesadumbr… su peso que no pesa, su vacío, abigarrado horror, la sed que expí… frente al espejo y su glacial visl… mi ser, que multiplica en muchedum…

Todo nos amenaza: el tiempo, que en vivientes fragme… al que fui del que seré, como el machete a la culebra;