Llueve a cántaros pero no puedo escampar ni usar un paraguas para el aguacero de mi corazón.
A ti, que sin pretender cambiarme transformaste mi vida y me amaste aun cuando ni siquiera yo misma podía soportarme.
Siento tu cabello oscuro ahora en el viento diario, siento tus besos —el sabor de tus labios— en cada sorbo de chocolate.
A pesar de todo, no perdí mi tiemp… De tanto hablarle de ti al cielo le terminé cambiando el nombre a l… le pedí tu fragancia al viento, te di poder sobre todos mis miedos
Me paseo entre cuatro paredes, pateando recuerdos, corriendo papeles, nadando en mis miedos. No te perdí,
Y es que, para serte sincera, nunca he dejado de amarte, simplemente dejé de necesitarte (pero me muero por verte).
Podría embriagarme sólo con tus besos, tatuarme en la piel tus cualidades, robarme sutilmente
Yo no sé qué será la felicidad y supongo que nadie lo sabe, pero también supongo que suponen que lo saben. Algunos son felicidad temporal
Son tus ojos Negros como la noche Y preciosos como la luna Los que deberían ser míos, Y no de ella.
Si supiera lo que sientes o supiera lo que escribes, si conociera quien es aquella por quien tú vives podría escuchar canciones
Cuesta encontrar a alguien que me escuche cuando no quiero hablar, que me mire cuando no puedo ver.
Te vi en otro mundo, bajo otro cielo, entre otros brazos; nos separaban kilómetros de casas
Mirarte a los ojos, reflejarme en ellos, parpadear de pronto y ver que no estás sino solo yo
Hoy te vi y no fui capaz de hablarte, ibas corriendo, bajando las escaleras, con la bufanda al viento.
Han sido varios días, que percibo como siglos, desde que nuestros caminos tomaron rumbos distintos. Dime quien eres.