#Españoles #Generación27 #Madrileños #SigloXX #1933 #LaVozATiDebida
La forma de querer tú es dejarme que te quiera. El sí con que te me rindes es el silencio. Tus besos son ofrecerme los labios
¡Qué paseo de noche con tu ausencia a mi lado! Me acompaña el sentir que no vienes conmigo. Los espejos, el agua
Empújame, lánzame desde ti, de tus mejillas, como de islas de coral, a navegar, a irme lejos para buscarte, a buscar
Y súbita, de pronto, porque sí, la alegría. Sola, porque ella quiso, vino. Tan vertical, tan gracia inesperada,
Te busqué por la duda: no te encontraba nunca. Me fui a tu encuentro por el dolor. Tú no venías por allí.
Lo que eres me distrae de lo que dices. Lanzas palabras veloces, empavesadas de risas, invitándome
Ha sido, ocurrió, es verdad. Fue en un día, fue una fecha que le marca tiempo al tiempo. Fue en un lugar que yo veo. Sus pies pisaban el suelo
Entre la tiniebla densa el mundo era negro: nada. Cuando de un brusco tirón —forma recta, curva forma— le saca a vivir la llama.
¿Fue como beso o llanto? ¿Nos hallamos con las manos, buscándonos a tientas, con los gritos, clamando; con las bocas
No, no me basta, no. Ni ese azul en delirio celeste sobre mí, cúspide de lo azul. Ni esa reiteración
¿Quién, quién me puebla el mundo esta noche de agosto? No, ni carnes, ni alma. Faroles, contra luna. ¿Abrazarme? ¿Con quién?
No, no te quieren, no. Tú sí que estás queriendo. El amor que te sobra se lo reparten seres y cosas que tú miras,
A la noche se empiezan a encender las preguntas. Las hay distantes, quietas, inmensas, como astros: preguntan desde allí
Estabas, pero no se te veía aquí en la luz terrestre, en nuest… de todos. Tu realidad vivía entre nosotros indiscernible y cierta
No, no dejéis cerradas las puertas de la noche, del viento, del relámpago, la de lo nunca visto. Que estén abiertas siempre