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Yo, para todo viaje —siempre sobre la madera de mi vagón de tercera—, voy ligero de equipaje. Si es de noche, porque no
El tiempo que la barba me platea, cavó mis ojos y agrandó mi frente, va siendo en mí recuerdo transpare… y mientras más al fondo, más clare… Miedo infantil, amor adolescente,
Caminante, son tus huellas el camino, y nada más; caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace camino,
En medio de la plaza y sobre tosca… el agua brota y brota. En el cerca… eleva, tras el muro ceñido por la… alto ciprés la mancha de su ramaje… La tarde está cayendo frente a los…
La roja tierra del trigal de fuego… y del habar florido la fragancia, y el lindo cáliz de azafrán manche… amó, sin mengua de la lis de Franc… ¿Cuya es la doble faz, candor y ha…
Esta leyenda en sabio romance camp… ni arcaico ni moderno, por Valle—… revela en los halagos de un viento… la santa flor de alma que nunca se… Es la leyenda campo y campo. Un p…
¡Primavera soriana, primavera humilde, como el sueño de un bendi… de un pobre caminante que durmiera de cansancio en un páramo infinito… ¡Campillo amarillento,
Soria de montes azules y de yermos de violeta, ¡cuántas veces te he soñado en esta florida vega por donde se va,
Ni mármol duro y eterno, ni música ni pintura, sino palabra en el tiempo. Canto y cuento es la poesía. Se canta una viva historia,
La vida hoy tiene ritmo de ondas que pasan, de olitas temblorosas que fluyen y se alcanzan. La vida hoy tiene el ritmo de los…
Fuera, la luna platea cúpulas, torres, tejados; dentro, mi sombra pasea por los muros encalados. Con esta luna parece
Que el caminante es suma del camin… y en el jardín, junto del mar sere… le acompaña el aroma montesino, ardor de seco henil en campo ameno… que de luenga jornada peregrino
El primero es Gonzalo de Berceo l… Gonzalo de Berceo, poeta y peregr… que yendo en romería acaeció en un… y a quien los sabios pintan copian… Trovó a Santo Domingo, trovó a S…
Ya habrá cigüeñas al sol, mirando la tarde roja, entre Moncayo y Urbión. Se abrió la puerta que tiene gonces en mi corazón,
El ojo que ves no es ojo porque tú lo veas; es ojo porque te ve. Para dialogar, preguntad, primero;