#EscritoresCubanos #Ismaelillo
Ésta, es rubia, ésa, oscura; aquél… Mujer de ojos de mar y cejas negra… Y una cual palma egipcia, alta y s… Y otra como un canario gorjeadora. Pasan y muerden; los cabellos luen…
Mirala! ¡Es negra! ¡Es torva! Su… Hambre la azuza. Son sus dientes… Antro su fauce; secadores vientos Sus hálitos; su paso, ola que trag… Huertos y selvas; sus manjares, ho…
No, música tenaz, me hables del ci… ¡Es morir, es temblar, es desgarra… Sin compasión el pecho! Si no viv… Donde como una flor al aire puro Abre su cáliz verde la palmera,
No habría poema más triste y hermoso que el que se puede sacar de la historia americana. No se puede leer sin ternura, y sin ver como flores y plumas por el aire, uno de esos buenos lib...
—¿De qué estás triste? —De amor. —¿Por quién? —Por cierta doncella. —¿Muy bella, pues?
¡Penas! ¿Quién osa decir Que tengo yo penas? Luego, Después del rayo, y del fuego, Tendré tiempo de sufrir. Yo sé de un pesar profundo
De oro de su corazón me manda un cubano fiel el querido pabellón. Hoy sin huestes ni laurel, quiero que mi corazón.
¿Qué importa que tu puñal Se me clave en el riñón? ¡Tengo mis versos, que son Más fuertes que tu puñal! ¿Qué importa que este dolor
Allá por un pueblo del mar Báltico, del lado de Rusia, vivía el pobre Loppi, en un casuco viejo, sin más compañía que su hacha y su mujer. El hacha ¡bueno!; pero la mujer se llamaba Mas...
Yo tengo un amigo muerto Que suele venirme a ver: Mi amigo se sienta, y canta; Canta en voz que ha de doler. “En un ave de dos alas
Yo miro con un triste placer, como en la fiesta Del noble Jerez pálido la copa llena guían las blancas manos trémulas
Yo tengo un paje muy fiel Que me cuida y que me gruñe, Y al salir, me limpia y bruñe Mi corona de laurel. Yo tengo un paje ejemplar
Mírame, madre, y por tu amor no ll… Si esclavo de mi edad y mis doctri… Tu mártir corazón llené de espinas… Piensa que nacen entre espinas flo…
Por la tumba del cortijo Donde está el padre enterrado, Pasa el hijo, de soldado Del invasor: pasa el hijo. El padre, un bravo en la guerra,
Ved: sentado lo llevo Sobre mi hombro: Oculto va, y visible Para mí sólo: El me ciñe las sienes