#EscritoresEspañoles #Generación27
No hay que llorarte, Melero. Fuera llantos. Lo que quiero es patear, gritar que está muy mal hecho —¡no hay derecho, no hay derecho!—
Qué hermosa eres, libertad. No ha… que te contraste. ¿Qué? Dadme tor… Más brilla y en más puro firmament… libertad en tormento acrisolada. ¿Que no grite? ¿Mordaza hay prepa…
Pausa, espantosa pausa de párpados de plomo, tromba dormida al aire, pompa de paños, polvo, donde irrumpen frenéticas
Sí: tú me buscas. A veces en la noche yo te siento a… que me acechas, que me quieres palpar, y el alma se me agita con el terro…
Batientes en sus goznes, de tierra aún, los sueños, en tanto desamparo, los ojos dan, abiertos, a esquilas amorosas,
¿Adónde va esa mujer, arrastrándose por la acera, ahora que ya es casi de noche, con la alcuza en la mano? Acercaos: no nos ve.
( En el libro se refiere cómo besa una hoja que se muere a una rosa carnal que se deshoja…… Qué sutil gracia tiene tu amor, Amada!
Tú le diste esa ardiente simetría de los labios, con brasa de tu ho… y en dos enormes cauces de negrura… simas de infinitud, luz de tu día; esos bultos de nieve, que bullía
El viento es un can sin dueño, que lame la noche inmensa. La noche no tiene sueño. Y el hombre, entre sueños, piensa. Y el hombre sueña, dormido,
Gota pequeña, mi dolor. La tiré al mar. Al hondo mar. Luego me dije: ¡A tu sabor ya puedes navegar!
Ah, yo quiero vivir dentro del orden general de tu mundo. Necesito vivir entre los hombres. Veo un árbol: sus brazos ya en ang…
Yo me senté en la orilla; quería preguntarte, preguntarme tu… convencerme de que los ríos resbal… y que cada uno nace y muere distin… Quería preguntarte, mi alma quería…
Quince almendros en flor, tus quin… ¡Qué blancura el paisaje de tu alm… Blanca como la nieve, cual la hoja de papel en que escribo: toda blan… Todo es blanco: año nuevo y álbum…
Otros querrán mausoleos donde cuelguen los trofeos, donde nadie ha de llorar, y yo no los quiero, no (que lo digo en un cantar)
Pozo de alto bullir –escalofríos y hervores de tus fuentes azuladas… que, en pulular de estrellas enjam… riegas a Dios sus lóbregos baldíos… Aún hay más noche en los veneros m…