#EscritoresEspañoles #Generación27
Mi portento inmediato, mi frenética pasión de cada día, mi flor, mi ángel de cada instante… aun como el pan caliente con olor… aun sumergido en las aguas de Dios…
( En el libro se refiere cómo besa una hoja que se muere a una rosa carnal que se deshoja…… Qué sutil gracia tiene tu amor, Amada!
Pozo de alto bullir –escalofríos y hervores de tus fuentes azuladas… que, en pulular de estrellas enjam… riegas a Dios sus lóbregos baldíos… Aún hay más noche en los veneros m…
Tú le diste esa ardiente simetría de los labios, con brasa de tu ho… y en dos enormes cauces de negrura… simas de infinitud, luz de tu día; esos bultos de nieve, que bullía
Qué hermosa eres, libertad. No ha… que te contraste. ¿Qué? Dadme tor… Más brilla y en más puro firmament… libertad en tormento acrisolada. ¿Que no grite? ¿Mordaza hay prepa…
La veleta, la cigarra. Pero el molino, la hormiga. Muele… Trenza, veleta, poesía. Lo que Marta laboraba se lo soñaba María.
El viento es un can sin dueño, que lame la noche inmensa. La noche no tiene sueño. Y el hombre, entre sueños, piensa. Y el hombre sueña, dormido,
Yo estoy cansado. Miro esta ciudad —una ciudad cualquiera— donde ha veinte años vivo.
Manos, interjecciones en el día, punzón de la palabra, roedoras del cadáver del viento, explorador… de su mansión de alada geometría. Manos palpantes, que en la sombra…
Se me quedó en lo hondo una visión tan clara, que tengo que entornar los ojos cu… intento recordarla. A un lado, hay un calvero de solar…
No me digas que estás llena de arrugas, que es… que se te han caído los dientes, que ya no puedes con tus pobres re… deformados por el veneno del reuma…
Color. El auto por las siete revueltas de Valsaín… en sombra y tiempo virginal. Rosas… donde el sol de soslayo rozaba nie… También de entre los canchos agiro…
No hay que llorarte, Melero. Fuera llantos. Lo que quiero es patear, gritar que está muy mal hecho —¡no hay derecho, no hay derecho!—
Unos se van quedando estupefactos, mirando sin avidez, estúpidamente,… hacia la otra ladera otros
Batientes en sus goznes, de tierra aún, los sueños, en tanto desamparo, los ojos dan, abiertos, a esquilas amorosas,