#1988 #EscritoresUruguayos #VientosDelExilio
Yo también tengo ruinas y si acudo al pasado ya no sé a quién o a quiénes busco entre los escombros son ruinas sin prestigio
Esta vez fue un cometa que sacudió… y creemos saberlo todo de esa inca… ¿y si otra vez / dentro de tres mi… o de un lustro o de una sola noche otro cometa nos eligiera para acri…
Cuando el barco es dejado por las… a uno le vienen malos pensamientos… alarmas sin razón, carencias natas… pereza para aliarse con los viento… o no prever lo mucho que fatiga
Pongo estos seis versos en mi bote… con el secreto designio de que alg… llegue a una playa casi desierta y un niño la encuentre y la destap… y en lugar de versos extraiga pied…
De poco sirve arroparlo y menos colgarle collares y pronósticos brindarle metrallas de manga larga calzarle prejuicios de siete legua…
Huelo en pleno descanso la axila d… el mar espejo neutro no interfiere imagino el espacio de la última ce… con un insoportable olor a judas gusto del alcaucil y de los tropos
Cielito cielo que sí cielito del 26 las nubes van allá arriba la tierra bajo los pies que haya espesos nubarrones
Hallaré a tantos como se proponga la piel de mis quimeras hallaré los presagios de los jóven… los años ya sin fondo de mi madre
Amílcar, viejo compinche: Te extrañará recibir esta carta quilométrica, pero a alguien tengo que contarle mi historia y por algo sos mi amigo, ¿no? Vos bien sabés que técnicamente nunca...
Cuando éramos niños los viejos tenían como treinta un charco era un océano la muerte lisa y llana no existía
Qué difícil es verte sonreírte meternos todos en el disimulo imaginar futuros que te incluyen decir que volveremos volverás a respirar el aire de tu cuadra
Ven dulce vida / nunca es tarde salta sobre las vallas de aflicció… sobre las confidencias del escombr… sobre los odios vestidos de blanco y las coronas de crisantemos
Después de todo el solo riesgo de que dios exista es que exista en mi sueño y allí aletee sin preguntas dejando llagas en mi corazón
Usted quiere matarse en nuestro no… ahí en el inestable centro del mundo solo frente al espejo avejentado usted quiere matarse en nuestro no…
La rosa de oro no se marchita ni tiene aroma el cielo ajeno que te envenena