#EscritoresMexicanos
Al sonar las tres de la mañana Los muñecos se paran a bailar. La casa está dormida, Nadie los verá, Y salen de sus cajas
Con su garrote, con su morral, viene un conejo por el trigal. Animalejo, ven hacia acá, ¡hola, conejo! ¿cómo te va? Conejito, ¿Cómo te llamas
Abuelito... (¡Voy! ¡voy!) Ven a contarme algún cuento de esos mil que tú te sabes y que trate de misterio o de amor.
La gota de agua que da la nube como regalo para la flor en vapor se desvanece cuando se levanta el sol; y nuevamente al cielo sube
Un perrito, una zorra, un ratón, y ya son tres. Qué curioso, qué bonito, todos tienen cuatro pies. Pero al rato vino un pato
Dando, dando de vueltas, los caballitos del carrousel saltan repiqueteando su cascabel. Patos, perros y gatos,
Chonita tiene un cotorro que es el tormento de su corazón; le dice: “Vidita, mi cielo, mi rorro, mi güero, ¡mi dulce pasi…
El comal le dijo a la olla: “Oye olla, oye, oye, si te has creído que yo soy recarg… ¡búscate a otro que te apoye!”.
Van los novios en camino a la iglesia del lugar: son dos blancas palomitas que se van a casar. La paloma es preciosa
Metida en su casita con su gorra y… estaba Doña Zorra ocupada en reme… pero su teléfono no deja de llamar… y corre al audífono para preguntar… Riiing Riiing
Van los soldaditos llenos de valor mas al marchar olvidaron que hay que tener tambor; pero como el batallón necesita algún tambor,
Los días se van el pobre Calendario se siente adelgazar de modo extraordinario. Sus hojas de papel
Di por qué, dime, abuelita, di por qué eres viejita. Di por qué
¿Qué horas son? ¡No lo sé! Las campanas don din dan repicando lo dirán. ¿Qué horas son?
Un riachuelo oí cerca, cerca de mí, con alegre retintín serpenteando saltarín. ¡Quién pudiera copiar