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Tengo miedo a perder la maravilla de tus ojos de estatua y el acento que de noche me pone en la mejilla la solitaria rosa de tu aliento. Tengo pena de ser en esta orilla
Narciso. Tu olor. Y el fondo del río. Quiero quedarme a tu vera. Flor del amor.
Yo era. Yo fui, pero no soy. Yo era... (¡Oh fauce maravillosa
Me han traído una caracola. Dentro le canta un mar de mapa. Mi corazón se llena de agua
Leñador. Córtame la sombra. Líbrame del suplicio de verme sin toronjas. ¿Por qué nací entre espejos?
Debajo de la hoja de la verbena tengo a mi amante malo. ¡Jesús, qué pena! Debajo de la hoja
Verde que te quiero verde. Verde viento. Verdes ramas. El barco sobre la mar y el caballo en la montaña. Con la sombra en la cintura
¿Estaba mi Lucía con los pies en… Tres álamos inmensos y una estrella. El silencio mordido por las ranas, semeja
El puñal, entra en el corazón, como la reja del arado en el yermo. No.
En la mañana verde, quería ser corazón. Corazón. Y en la tarde madura quería ser ruiseñor.
Coches cerrados llegaban a las orillas de juncos donde las ondas alisan romano torso desnudo. Coches que el Guadalquivir
¡Viva Sevilla! Llevan las sevillanas en la mantilla un letrero que dice: ¡Viva Sevilla!
El mar sonríe a lo lejos. Dientes de espuma, labios de cielo. ¿Qué vendes, oh joven turbia
Do you like me? -Yes, and you? -Yes, yes. Cuando me quedo solo me quedan todavía tus diez años,
Teta roja del sol. Teta azul de la luna. Torso mitad coral, mitad plata y penumbra.