#1923 #Crepusculario #EscritoresChilenos
Amor, cuántos caminos hasta llegar… qué soledad errante hasta tu compa… Siguen los trenes solos rodando co… En Taltal no amanece aún la prima… Pero tú y yo, amor mío, estamos ju…
En mi patria hay un monte. En mi patria hay un rio. Ven conmigo. La noche al monte sube. El hambre baja al río.
De cama en cama en cama es este viaje el viaje de la vida. El que nace, el herido y el que muere,
Pienso, esta época en que tú me am… se irá por otra azul sustituida, será otra piel sobre los mismos hu… otros ojos verán la primavera. Nadie de los que ataron esta hora,
Patio de esta tierra luminoso pati… tendido a la orilla del río y del… Inclinado sobre la boca del pozo del fondo del pozo me veo brotar como en una instantánea de sesenta…
Otros días vendrán, será entendido el silencio de plantas y planetas y cuántas cosas puras pasarán! Tendrán olor a luna los violines! El pan será tal vez como tú eres:
Aquí está el pan, el vino, la mesa… el menester del hombre, la mujer y… a este sitio corría la paz vertigi… por esta luz ardió la común quemad… Honor a tus dos manos que vuelan p…
Ay sí, recuerdo, ay tus ojos cerrados como llenos por dentro de luz negr… todo tu cuerpo como una mano abier… como un racimo blanco de la luna,
Y fue a esa edad... Llegó la poes… No sé, no sé de dónde salió, de invierno o río. No sé cómo ni cuándo, no, no eran voces, no eran palabra…
Amo el trozo de tierra que tú eres… porque de las praderas planetarias otra estrella no tengo. Tú repites la multiplicación del universo. Tus anchos ojos son la luz que ten…
Tal vez herido voy sin ir sangrien… por uno de los rayos de tu vida y a media selva me detiene el agua… la lluvia que se cae con su cielo. Entonces toco el corazón llovido:
Oh pedazo, pedazo de miseria, ¿en… tienes tus manos albas y tu cabeza… ... Y tanto andar, y tanto llorar… sin saber qué dolores fueron los q… Sin saber qué pan blanco te nutrió…
Pobres poetas a quienes la vida y… persiguieron con la misma tenacida… y luego son cubiertos por impasibl… entregados al rito y al diente fun… Ellos —oscuros como piedrecitas—ah…
Vienes de la pobreza de las casas… de las regiones duras con frío y t… que cuando hasta sus dioses rodaro… nos dieron la lección de la vida e… Eres un caballito de greda negra,…
Pesada, espesa y rumorosa, en la ventana del castillo la cabellera de la Amada es un lampadario amarillo. —Tus manos blancas en mi boca.