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Caña de voz y gesto, una vez y otra vez tiembla sin esperanza en el aire de ayer. La niña suspirando
Cuando sale la luna se pierden las campanas y aparecen las sendas impenetrables. Cuando sale la luna,
Las manos de mi cariño te están bordando una capa con agremán de alhelíes y con esclavina de agua. Cuando fuiste novio mío,
Teta roja del sol. Teta azul de la luna. Torso mitad coral, mitad plata y penumbra.
Chove en Santiago meu doce amor. Camelia branca do ar brila entebrecida ô sol. Chove en Santiago
De la cueva salen largos sollozos. (Lo cárdeno sobre lo rojo.) El gitano evoca
Se quedaron solos: aguardaban la velocidad de las últ… Se quedaron solas: esperaban la muerte de un niño en… Se quedaron solos y solas
Bajo la adelfa sin luna estabas fea desnuda. Tu carne buscó en mi mapa el amarillo de España. Qué fea estabas, francesa,
Tierra seca, tierra quieta de noches inmensas. (Viento en el olivar,
Mi manzano tiene ya sombra y pájaros. ¡Qué brinco da mi sueño de la luna al viento! Mi manzano
Desde mi cuarto oigo el surtidor. Un dedo de la parra y un rayo de sol. Señalan hacia el sitio
Pulpo petrificado. Pones cinchas cenicientas al vientre de los montes, y muelas formidables a los desfiladeros.
En el blanco infinito, nieve, nardo y salina, perdió su fantasía. El color blanco, anda, sobre una muda alfombra
El puñal, entra en el corazón, como la reja del arado en el yermo. No.
Granada, calle de Elvira, donde viven las manolas, las que se van a la Alhambra, las tres y las cuatro solas. Una vestida de verde,