¿Qué me copiaste en ti, que cuando falta en mí la imajen de la cima, corro a mirarme en ti?

La media puesta de sol tiñe con su grana de oro mi otro medio corazón.

Libre ya Platero del cabestro, y… En sa belle jeunesse, en sa premié… Arriba, por las ramas últimas, sal… Una cosa enorme y tibia avanza, de… Pero el pajarillo, que debe de dig…

¡Mira por los chopos de plata cómo trepan al cielo niño… Y van mirando al cielo y suben, los ojos en el azul, con… ¡Mira por los chopos

¡Qué confiada duermes ante mi vela, ausente de mi alma, en tu débil hermosura, y presente a mi cuerpo sin redes,

Quisiera que mi vida se cayera en la muerte, como este chorro alto de agua bell… en el agua tendida matinal; ondulado, brillante, sensual, aleg…

Suele creerse que yo escribí “Pla… “Advertencia a los hombres que lea… ¡Isla de gracia, de frescura y de… Yo nunca he escrito ni escribiré n…

Lo que queráis, señor; y sea lo que queráis. Si queréis que entre las rosas ría hacia los matinales resplandores de la vida,

Fue el alba neblinosa y cruda, bue… Aún, bajo las grandes higueras cen… ...Corríamos, locos, a ver quién l… El tiroteo lo comenzó Adela, enfa… Un doble reír, caído y cansado, ex…

¡Mira por los chopos de plata cómo trepan al cielo niño… Y van mirando al cielo y suben, los ojos en el azul, con… ¡Mira por los chopos

Cállate, por Dios, que tú no vas a saber decírmelo. Deja que abran todos mis sueños y todos tus lirios. Mi corazón oye bien

¡Qué lejos, azul, el cielo, de la tierra pobre! Pero los dos son el día bueno.

La muerte es sólo un reposo, más que el sueño. De ella, un día —¡aurora augusta y completa!—, saldremos fuertes, exactos, para un vivir tan eterno

Míralo: está lleno de las últimas… Tú no has bajado nunca al aljibe,… Recuerdo, cuando era niño, las noc… ...Bueno, Platero. Y ahora voy a…