«—Ensíllenme el potro rucio del alcaide de los Vélez, denme el adarga de Fez y la jacerina fuerte; una lanza con dos hierros,
Contemplando estaba Filis a la media noche sola una vela [a] cuya lumbre labrando estaba una cofia, porque andaba en torno della
Como si fuera cándida escultura en lustroso marfil de Bonarrota, a Paris pide Venus en pelota la debida manzana a su hermosura. En perspectiva Palas su figura
Claro cisne del Betis que, sonoro y grave, ennobleciste el instrumen… más dulce, que ilustró músico acen… bañando en ámbar puro el arco de o… a ti lira, a ti el castalio coro
¡Oh libertad preciosa, no comparada al oro ni al bien mayor de la espaciosa t… Más rica y más gozosa que el precioso tesoro
Pasando el mar el engañoso toro, volviendo la cerviz, el pie besaba de la llorosa ninfa, que miraba perdido de las ropas el decoro. Entre las aguas y las hebras de or…
Céfiro blando que mis quejas trist… tantas veces llevaste, claras fuen… que con mis tiernas lágrimas ardie… vuestro dulce licor ponzoña hicist… selvas que mis querellas esparcist…
Sulca del mar de Amor las rubias… barco de Barcelona, y por los bell… lazos navega altivo, aunque por el… tal vez te muestres y tal vez te e… Ya no flechas, Amor, doradas onda…
—Boscán, tarde llegamos —¿Hay pos… —Llamad desde la posta, Garcilaso… —¿Quién es? —Dos caballeros del P… —No hay donde nocturnar palestra a… —No entiendo lo que dice la criada…
Atada al mar Andrómeda lloraba, los nácares abriéndose al rocío, que en sus conchas cuajado en cris… en cándidos aljófares trocaba. Besaba el pie, las peñas ablandaba
Ya vengo con el voto y la cadena, desengaño santísimo, a tu casa, porque de la mayor coluna y basa cuelgue de horror y de escarmiento… Aquí la vela y la rompida entena
No sabe qué es amor quien no te am… celestial hermosura, esposo bello, tu cabeza es de oro, y tu cabello como el cogollo que la palma enram… Tu boca como lirio, que derrama
El lastimado Belardo con los celos de su ausencia a la hermosísima Filis humildemente se queja. «—¡Ay, dice, señora mía,
Desde que viene la rosada Aurora hasta que el viejo Atlante esconde… lloran mis ojos con igual porfía su claro sol que otras montañas do… y desde que del caos adonde mora
Esta cabeza, cuando viva, tuvo sobre la arquitectura destos hueso… carne y cabellos, por quien fueron… los ojos que mirándola detuvo. Aquí la rosa de la boca estuvo,