#EscritoresAndaluces #EscritoresEspañoles #EscritoresSevillanos #Generación98
Ni mármol duro y eterno, ni música ni pintura, sino palabra en el tiempo. Canto y cuento es la poesía. Se canta una viva historia,
Húmedo está, bajo el laurel, el ba… de verdinosa piedra; lavó la lluvia, sobre el muro blan… las empolvadas hojas de la hiedra. Del viento del otoño el tibio alie…
Guitarra del mesón que hoy suenas… mañana petenera, según quien llega y tañe las empolvadas cuerdas. Guitarra del mesón de los caminos,
Naranjo en maceta, ¡qué triste es… Medrosas tiritan tus hojas menguad… Naranjo en la corte, ¡qué pena da… con tus naranjitas secas y arrugad… Pobre limonero de fruto amarillo
Se ha asomado una cigüeña a lo alt… Girando en torno a la torre y al c… ya las golondrinas chillan. Pasaro… de nevascas y ventiscas los crudos… Es una tibia mañana.
Con este libro de melancolía, toda Castilla a mi rincón me llega… Castilla la gentil y la bravía; la parda y la manchega. ¡Castilla, España de los largos r…
right...En el intermedio de la pri… Valcarce, dulce amigo, si tuviera la voz que tuve antaño, cantaría el intermedio de tu primavera —porque aprendiz he sido de ruiseñ…
Soria de montes azules y de yermos de violeta, ¡cuántas veces te he soñado en esta florida vega por donde se va,
En estos campos de la tierra mía, y extranjero en los campos de mi t… —yo tuve patria donde corre el Due… por entre grises peñas, y fantasmas de viejos encinares,
¡Como en el alto llano tu figura se me aparece!... Mi palabra evoca el prado verde y la árida llanura, la zarza en flor, la cenicienta ro… Y al recuerdo obediente, negra enc…
Y era el demonio de mi sueño, el á… más hermoso. Brillaban como aceros los ojos victoriosos, y las sangrientas llamas de su antorcha alumbraron
¡Ay del que llega sediento a ver el agua correr y dice: La sed que siento no me la calma el beber! ¡Ay de quien bebe, y, saciada
¿Y ha de morir contigo el mundo ma… donde guarda el recuerdo los hálitos más puros de la vida, la blanca sombra del amor primero, la voz que fue a tu corazón, la ma…
Un libro de amores, de flores fragantes y bellas, de historias de lirios que amasen… un libro de rosas tempranas
La tarde todavía dará incienso de oro a tu plegaria… y quizás el cenit de un nuevo día amenguará tu sombra solitaria. Mas no es tu fiesta el Ultramar l…