#1979 #Cotidianas #EscritoresUruguayos
No es preciso que sea mensajera / la paloma sencilla en tu ventana te informa que el dolor empieza a columpiarse en el olvido y llego desde mí para decirte
Cómo quisiera fotografiar minucia por minucia pedazos de futuro y colocar las instantáneas en un álbum
Volver al barrio siempre es una hu… casi como enfrentarse a dos espejo… uno que ve de cerca / otro de lejo… en la torpe memoria repetida la infancia / la que fue / sigue p…
La noche fácil y aparentemente sag… o mejor dicho el abismo de la noch… no es como otros abismos tiene fondo su tálamo de niebla o relente o fa…
La muerte está esperándome ella sabe en qué invierno aunque yo no lo sepa por eso entre ella y yo levanto barricadas
Las voces de abajo vidalitá están casi mudas pero los gendarmes vidalitá
Qué suerte haber vivido para traer conmigo la confianza la eternidad caduca la infancia sin aurora la penitencia que es un oropel
Cuando uno se enamora las cuadrill… del tiempo hacen escala en el olvi… la desdicha se llena de milagros el miedo se convierte en osadía y la muerte no sale de su cueva
Estás alicaído, estás dudando, no te alcanzan las pruebas ni las… cada Dónde te ofusca, cada Cuándo… Recorres el confort, las estrechec… que quedaron atrás y es razonable
Es mi lugar mi cielo mi almohada mis insultos soy el que soy porque los otros so…
Estuvimos en epidauros veinticinco… y también escuchamos desde las más… el rasgueo del fósforo que allá ab… encendía la guía la misma gordita que entre templo y templete
—Usted no es mallorquín, ¿verdad?—dice la adolescente desde la mesa vecina. —¿Cómo? ¿Qué?—se sobresalta Quiñones y casi se atora con el jerez seco. —¿Lo asusté?—La muchacha no p...
Es importante hacerlo quiero que me relates tu último optimismo yo te ofrezco mi última confianza
Así estamos consternados rabiosos aunque esta muerte sea uno de los absurdos previsibles da vergüenza mirar
Aquella esperanza que cabía en un… aquella alta vereda junto al barro… aquel ir y venir del sueño, aquel horóscopo de un larguísimo v… y el larguísimo viaje con adioses…