#1979 #Cotidianas #EscritoresUruguayos
Los encuentro felices luminosos incrédulos lozanos no saben todavía qué hacer con est… que los mira pasar o los recibe con asombro y con lágrimas
Todavía tengo casi todos mis dient… casi todos mis cabellos y poquísim… puedo hacer y deshacer el amor trepar una escalera de dos en dos y correr cuarenta metros detrás de…
Hay almohadas de pluma hay almohadas de siesta de lana de vientre de muerte
Hace apenas dos años que nos junta… para hacer algo aunque fuera bien poco por la patria doméstica la pobrecita jodida
En mi ciudad hay varios espantos i… pero también existen los visibles el más de todos es un monumento que planearon levantaron y sobre todo inauguraron
Oh marine oh boy una de tus dificultades consiste e… distinguir el ser del estar para ti todo es to be
Déjame este zumbido de verano y la ausencia bendita de la siesta déjame este lápiz este block esta máquina
¿Te acordás hermano qué tiempos aq… cuando sin cortedades ni temor ni… se podía decir impunemente pueblo? cada uno estaba donde correspondía los capos allá arriba / nosotros a…
El dolor es una desértica provincia donde no cabe nadie más una parcela
No existe esponja para lavar el ci… pero aunque pudieras enjabonarlo y luego echarle baldes y baldes de… y colgarlo al sol para que se sequ… siempre faltaría el pájaro en sile…
Todo mandato es minucioso y cruel me gustan las frugales transgresiones por ejemplo inventar el buen
Pongo estos seis versos en mi bote… con el secreto designio de que alg… llegue a una playa casi desierta y un niño la encuentre y la destap… y en lugar de versos extraiga pied…
Rodolfo convirtió la realidad en s… asedió las respuestas con pregunta… tuvo una enojosa obsesión por la v… cómo no iban a odiarlo si sabían q… maltrecho o pertrecho con su cara…
Nunca se consideró un exiliado político. Había abandonado su tierra por un extraño impulso que se fraguó en tres etapas. La primera, cuando lo abordaron sucesivamente cuatro mendigos en...
Ésta debe ser la trigésima despedida. Es un trámite que Fernando Varengo conoce de sobra. Como testigo, claro; no como viajero. Asistir a la normal y apasionada discusión de Migue...