#1988 #EscritoresUruguayos #VientosDelExilio
El editor milanés le había dicho que por ahora no le trajera más novelas. Una sabrosa autobiografía, eso sí. Convéncete, muchacho, empezó el boom de las autobiografías. Ése será el géne...
Ya lo sabemos es difícil decir que no decir no quiero ver que el dinero forma un cerco
La anestesia me introduce en una p… me recompensa con una borrachera d… no la mía / otra infancia / la que… me brinda un perro fiel que corre… y vuelve a mí con un crucifijo ent…
Para que nunca haya malentendidos para que nada se interponga voy a explicarte lo que mi amor co… tus ojos que se caen de desconcier… y otras veces se alzan penetrantes…
No lo harás en vano Ah no lo harás en vano se te helarán los dedos y el corazón y los olores se te helará la noche
La llaman bomba limpia los legatorios de theodoro rooseve… que a menudo reivindican la ducha como una creación de su inventiva… ven ahora en la bomba de neutrones
No es preciso que sea mensajera / la paloma sencilla en tu ventana te informa que el dolor empieza a columpiarse en el olvido y llego desde mí para decirte
Ya sos mayor de edad tengo que despedirte pesimismo años que te preparo el desayuno que vigilo tu tos de mal agüero
Diríase que el tiempo no madura y que al poeta ese cándido leproso no se le deja otro comportamiento que refugiarse en su desgarradura y allá quedarse torvo y silencioso
Señor que no me mira mire un poco yo tengo una pobreza para usté limpia nuevita
A sus treinta y cinco años, Ileana Márquez tenía marido (Dámaso) y amante (Marcos). Saberse querida, o al menos deseada por ambos, no le causaba la menor ansiedad, más bien le otorgaba ...
A las diez de la mañana el Jefe de Redacción lo había llamado a su despacho y él captó de inmediato que el gesto era severo. Gilardi, voy a encargarle una nota importante, espero que no...
Te propongo construir un nuevo canal sin esclusas ni excusas que comunique por fin tu mirada
Siempre hay una jornada fuera de s… en que uno logra sentirse sereno pero está lejos de ser una canonjí… ya que la serenidad no es el mejor de los estados posibles e imposibl…
Detrás del humo estamos todos saciados o anhelantes diezmados o furtivos los jóvenes que fuimos y sorprendentemente ya no somos