#EscritoresAndaluces #EscritoresEspañoles #EscritoresSevillanos #RimasYLeyendas
Margarita lloraba con el rostro oculto entre las manos; lloraba sin gemir, pero las lágrimas corrían silenciosas a lo largo de sus mejillas, deslizándose por entre sus dedos para caer e...
Cerraron sus ojos, que aun tenía abiertos; taparon su cara con un blanco lienzo, y unos sollozando,
Pasaba arrolladora en su hermosura y el paso le dejé; ni aun a mirarla me volví, y, no o… algo a mi oído murmuró: «ésa es». ¿Quién unió la tarde a la mañana?
De lo poco de vida que me resta diera con gusto los mejores años, por saber lo que a otros de mí has hablado. Y esta vida mortal, y de la eterna
Me han herido recatándose en las s… sellando con un beso su traición. Los brazos me echó al cuello, y po… partiome a sangre fría el corazón. Y ella prosigue alegre su camino,
Sobre la falda tenía el libro abierto; en mi mejilla tocaban sus rizos negros; no veíamos las letras
Dejé la luz a un lado, y en el bor… de la revuelta cama me senté, mudo, sombrío, la pupila inmóvil clavada en la pared. ¿Qué tiempo estuve así? No sé; al…
–Yo soy ardiente, yo soy morena, yo soy el símbolo de la pasión; de ansia de goces mi alma está lle… ¿a mí me buscas? –No es a ti, no. –Mi frente es pálida; mis trenzas,…
Tu pupila es azul, y cuando ríes su claridad suave me recuerda el trémulo fulgor de la mañana que en el mar se refleja. Tu pupila es azul, y cuando lloras
Cuando miro el azul horizonte perderse a lo lejos, al través de una gasa de polvo dorado e inquieto, me parece posible arrancarme
Cuando en la noche te envuelven las alas de tul del sueño y tus tendidas pestañas semejan arcos de ébano, por escuchar los latidos
Como guarda el avaro su tesoro, guardaba mi dolor; yo quería probar que hay algo eter… a la que eterno me juró su amor. Mas hoy le llamo en vano, y oiga a…
Cuando sobre el pecho inclinas la melancólica frente, una azucena tronchada me pareces. Porque al darte la pureza
Cuando volvemos las fugaces horas del pasado a evocar, temblando brilla en sus pestañas n… una lágrima pronta a resbalar. Y, al fin, resbala y cae como gota
Al ver mis horas de fiebre e insomnio lentas pasar, a la orilla de mi lecho, ¿quién se sentará? Cuando la trémula mano