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Yo no podré quejarme si no encontré lo que buscaba. Cerca de las piedras sin jugo y lo… no veré el duelo del sol con las c… Pero me iré al primer paisaje
Se ven desde las barandas, por el monte, monte, monte, mulos y sombras de mulos cargados de girasoles. Sus ojos en las umbrías
Empieza el llanto de la guitarra. Se rompen las copas de la madrugada. Empieza el llanto
El cielo nublado pone mis ojos blancos. Yo, para darles vida, les acerco una flor amarilla.
Entre italiano y flamenco, ¿cómo cantaría aquel Silverio? La densa miel de Italia
Enrique, Emilio, Lorenzo. Estaban los tres helados: Enrique por el mundo de las camas;
Amor de mis entrañas, viva muerte, en vano espero tu palabra escrita y pienso, con la flor que se march… que si vivo sin mí quiero perderte… El aire es inmortal. La piedra in…
Yo te miré a los ojos cuando era niño y bueno. Tus manos me rozaron Y me diste un beso. (Los relojes llevan la misma caden…
No duerme nadie por el cielo. Nad… No duerme nadie. Las criaturas de la luna huelen y… Vendrán las iguanas vivas a morder… y el que huye con el corazón roto…
Mi manzano tiene ya sombra y pájaros. ¡Qué brinco da mi sueño de la luna al viento! Mi manzano
Altas torres. Largos ríos. Hada Toma el anillo de bodas que llevaron tus abuelos.
Las alamedas se van, pero dejan su reflejo. Las alamedas se van. pero nos dejan el viento. El viento está amortajado
Campanas de Córdoba en la madrugada. Campanas de amanecer en Granada. Os sienten todas las muchachas
Coches cerrados llegaban a las orillas de juncos donde las ondas alisan romano torso desnudo. Coches que el Guadalquivir
En la torre amarilla, dobla una campana. Sobre el viento amarillo,