#1986 #EscritoresUruguayos #PreguntasAlAzar
Digamos que te alejas definitivame… hacia el pozo de olvido que prefie… pero la mejor parte de tu espacio, en realidad la única constante de… quedará para siempre en mí, dolien…
Preciso tiempo necesito ese tiempo que otros dejan abandonado porque les sobra o ya no saben qué hacer con él tiempo
Los sueños son pequeñas muertes tramoyas anticipos simulacros de m… el despertar en cambio nos parece una resurrección y por las dudas olvidamos cuanto antes lo soñado
Cuando sólo era un niño estupefacto viví durante años allá en colón en un casi tugurio
De vez en cuando es bueno ser consciente de que hoy de que ahora estamos fabricando
Aquí está el Palacio Salvo allá está el Victoria Plaza son tan torpes tan horrendos que a uno lo dejan sin habla su fealdad es tan espesa
Entre tú y yo / mengana mía / se l… un muro de berlín hecho de horas d… añoranzas fugaces tú no podías verme porque montaban… los rencores ajenos
Porque te tengo y no porque te pienso porque la noche está de ojos abier… porque la noche pasa y digo amor porque has venido a recoger tu ima…
En el centro de mi vida en el núcleo capital de mi vida hay una fuente luminosa un surtido… que aiza convicciones de cobres y es lindo contemplarias y seguirl…
Quién me iba a decir que el destin… Ver la lluvia a través de letras i… un paredón con manchas que parecen… el techo de los ómnibus brillantes… y esa melancolía que impregna las…
La inagotable sangre que se vierte… los crímenes que amueblan las mejo… los parricidios los incestos los t… las erinneas las moiras ilustran las rabietas celestiales
Aquí empieza el descanso. En mi conciencia y en el almanaque junto a mi nombre y cargo en la pl… aquí empieza el descanso. Dos semanas.
Con todas las letras y con todos l… dijo mi amigo que la moral era ana… mi amigo dijo que había que ser re… después llegaron los capitanes del… hicieron el consabido acopio de sí…
Era un vampiro que sorbía agua por las noches y por las madrugada… al mediodía y en la cena. Era abstemio de sangre y por eso el bochorno
Hacía por lo menos veinte años que Aníbal Sastre conocía a Bernardo Giudice y Amanda Doria. Ni uno ni otra integraban el círculo más o menos estrecho de sus amigos, pero Bernardo y él h...