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La Tarara, sí; la tarara, no; la Tarara, niña, que la he visto yo. Lleva la Tarara
Tirad ese anillo al agua. (La sombra apoya sus dedos sobre mi espalda.) Tirad ese anillo. Tengo
Duérmete, niñito mío, que tu madre no está en casa; que se la llevó la Virgen de compañera a su casa.
La primera vez no te conocí. La segunda, sí. Dime si el aire te lo dice.
Los laberintos que crea el tiempo, se desvanecen. (Sólo queda el desierto.)
En Viena hay diez muchachas, un hombro donde solloza la muerte y un bosque de palomas disecadas. Hay un fragmento de la mañana en el museo de la escarcha.
No te conoce el toro ni la higuera… ni caballos ni hormigas de tu casa… No te conoce el niño ni la tarde porque te has muerto para siempre. No te conoce el lomo de la piedra,
La señorita del abanico, va por el puente del fresco río. Los caballeros
Hacia Roma caminan dos pelegrinos, a que los case el Papa, mamita, porque son primos,
En la mañana verde, quería ser corazón. Corazón. Y en la tarde madura quería ser ruiseñor.
Ya se ha abierto la flor de la aurora. (¿Recuerdas el fondo de la tarde?) El nardo de la luna
Me he perdido muchas veces por el… con el oído lleno de flores recién… Con la lengua llena de amor y de a… muchas veces me he perdido por el… como me pierdo en el corazón de al…
Un bello niño de junco, anchos hombros, fino talle, piel de nocturna manzana, boca triste y ojos grandes, nervio de plata caliente,
Do you like me? -Yes, and you? -Yes, yes. Cuando me quedo solo me quedan todavía tus diez años,