#EscritoresAndaluces #EscritoresEspañoles #EscritoresSevillanos
Morir es... Una flor hay, en el s… —que, al despertar, no está ya en… de aromas y colores imposibles... Y un día sin aurora la cortamos. II
Vino, sentimiento, guitarra y poes… hacen los cantares de la patria mí… Cantares... Quien dice cantares, dice Andaluc… A la sombra fresca de la vieja par…
Nadie más cortesano ni pulido que nuestro Rey Felipe, que Dios… siempre de negro hasta los pies ve… Es pálida su tez como la tarde, cansado el oro de su pelo undoso,
El lobo blanco del invierno, el lobo blanco viene, con los feroces ojos inyectados en sangre helada, fijos y crueles. ¡Maldito lobo invierno, que te lle…
No se callaba la fuente, no se callaba... Reía, saltaba, charlaba... Y nadie sabía
¡Oh la dorada carne triunfadora de esta gentil madona veneciana, que ha sido Venus, Dánae, Diana, Eva, Polymnia, Cipris y Pandora!… ¡Oh gloria de los ojos, golosina
Siete soles forman el solio del príncipe de los siete soles. Su cetro de oro es un haz de llamas
Ya galantes no más y delicados madrigales haré —para las flores y las mujeres—, sobrios de colores y vagamente estilizados. Pintaré la preciosa
Fue valiente, fue hermoso, fue art… Inspiró amor, terror y respeto. En pintarle giadiando desnudo ilustró su pincel Tintoretto. Machiavelli nos narra su historia
Del color del lirio tiene Gerinel… dos grandes ojeras; del color del lirio, que dicen loc… de amor de la reina. Al llegar la tarde,
Largas tardes campestres; alamedas rosadas; aire delgado que el aroma apenas sostiene de la acacia; huerto, pinar... Llanuras de oro v…
“José Antonio, ¡Maestro!... ¿En… en qué sol, en qué estrella peregr… montas la guardia? Cuando a la div… bóveda miro, tu respuesta espero. Toda belleza fue tu vida clara.
Ya están ambos a diestra del Padr… los dos santos varones, el chantre… el Grant Santo Domingo de Silos… y el Maestre Gonzalo de Berceo no… Yo veo al Santo como en la sabida…
Casi todo alma, vaga Gerineldos por esos jardines del rey, a lo lejos, junto a los macizos
Hasta que el pueblo las canta, las coplas, coplas no son, y cuando las canta el pueblo, ya nadie sabe el autor. Tal es la gloria, Guillén,