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Sueña el león. Junto a las tres palmeras se amansa el sol. Existe el agua. Y Dios deja un momento que los pobres camellos se arrodil…
¡Oh, el sotto voce balbuciente, os… de la primer lujuria!... ¡Oh, la d… del beso adolescente, casi puro!..… ¡Oh, el no saber de la primer cari… ¡Despertarse de amor entre cantare…
Del sol flamenco a las postreras l… entre escarlatas, oro y brocado; —carmín y nácar—por el bello prado… ricos galanes y esplendentes damas… Ella escuchaba la frase violadora,
Antonio, en los acentos de Cleopa… la copa de oro olvida que está de… Y, creyente en los sueños que evoc… toda en los ojos tiene su alma de… La reina, hoja tras hoja, deshojan…
Es noche. La inmensa palabra es silencio... Hay entre los árboles un grave misterio... El sonido duerme,
Cádiz, salada claridad. Granada, agua oculta que llora. Romana y mora, Córdoba callada. Málaga cantaora. Almería, dorada.
Arquitecturas instantáneas sobre una pausa suspendidas, apariciones no llamadas ni pensadas, formas de viento, insubstanciales como tiempo
Alma son de mis cantares, tus hechizos... Besos, besos a millares. Y en tus rizos, besos, besos a millares.
Es el camino de la muerte. Es el camino de la vida... En la frescura de las rosas ve reparando. Y en las lindas adolescentes. Y en los suaves
Del color del lirio tiene Gerinel… dos grandes ojeras; del color del lirio, que dicen loc… de amor de la reina. Al llegar la tarde,
Ardan todas las voces y quémense los labios; y en la más alta flor quede la noche detenida. Nadie sabe tu nombre ya;
Largas tardes campestres; alamedas rosadas; aire delgado que el aroma apenas sostiene de la acacia; huerto, pinar... Llanuras de oro v…
Por una de esas raras reflexiones de la luz, que los físicos explicarán llenando de fórmulas un libro... Mirándome las manos
En cualquier parte hay un espejo, un poco de agua clara y un peine.… es bonita, ¡ya esta! La noche pasa… y el nuevo día llega. Y no se te conoce
Morir es... Una flor hay, en el s… —que, al despertar, no está ya en… de aromas y colores imposibles... Y un día sin aurora la cortamos. II