#Cantautores #EscritoresEspañoles
La noche que Guillermina no contenta con la patria potestad y el ático en Concha Espina, quiso el Volvo en propiedad, tirado en una cuneta
Parece, por lo que dicen, que sigu… Ayer, tu nieta de quince, vio como… Parece que no eres más aquel carte… los buenos tiempos no han de volve… Me han dicho que con la artrosis d…
Vine a Praga a romper esta canció… por motivos que no voy a explicart… a orillas del Moldava las olas me empujaban a dejarte por darte la razón.
Tú de farol, yo manco de una sota, tú rica en vitaminas, yo desnudo, tu carne de gallina, yo de jota, tú huérfana de novio, yo viudo. Tu cuento de calleja, yo en la ino…
Ni imploro tu perdón ni te perdono… ni te guardo rencor ni te respeto, si tardo en devolverte el abandono repróchaselo al tono del soneto. Rompe la veda, ensánchate, respira…
Que no falte un buen pisco en mi v… ni un jalisco chingón de despedida… respirar es un lujo transitorio, hay vida más allá pero no es vida. Evitadle al fiambre, ¡qué bueno er…
Tenemos memoria, tenemos amigos, Tenemos los trenes, la risa, los b… Tenemos la duda y la fe, sumo y si… Tenemos moteles, garitos, altares. Tenemos urgencias, amores que mata…
Otra vez en Madrid, de matinada, desenchufado, lúgubre, beodo, dueño de mí, quiero decir con nada… fuera de ti, quiero decir sin todo… Otra vez con el tic estrafalario
De verde samurai Buda en jarras encela al minotauro que le embiste y acuarela el betún de las pizarra… con tiza duermevela que no existe. No hay rojo menos gris que una mul…
Naturalmente que somos dos lujos de la necesidad, no del ingenio ni del orujo, de los amores brujos bailan rumba en la tumba del milen… Lo urgente es frecuentar, con los…
Setenta veces siete lo intenté, si… para siempre es porque no puedo má… no tengo nada que perder sólo el miedo a la soledad. Me temo que esta vez es el fin,
El primero de enero, tararí, será tan gris como un jueves cualq… sin Drácula escalando el Pirulí, ni marcianos cruzando la frontera. Más de lo mismo bajo el cielo añil…
Otra vez sin hincarte de rodillas, otra vez dos orejas por faena, otra vez susto y cal, susto y aren… otra vez empapando las camillas. Desde el himno de riego de tu boca
Aprender a reirse torvamente a mirar de reojo en los bautizos a negar el asiento a las señoras a orinar dibujando cirulitos Aprender a fruncir el entrecejo
Porque no quiso ser estatua de sal le llamaban todos “culo inquieto”, aparentaba ser un tipo normal pero guardaba un secreto. Cuando a los cínicos les dió por r…