#EscritoresEspañoles #Generación27
Íntima y dúctil, la sombra aguarda… Sobre las piedras y sobre las brañ… Se junta. ¿Fin? El silencio recib… Los sones menguantes del mundo. P… Nada se pierde. La tierra en su s…
Permanece el trote aquí, Entre su arranque y mi mano. Bien ceñida queda así Su intención de ser lejano. Porque voy en un corcel
Blancos, rosas. Azules casi en ve… Retraídos, mentales. Puntos de luz latente dan señales De una sombra secreta. Pero el color, infiel a la penumbr…
Te has ido. Me has dejado solo fr… Mi afición a mezclarte con todo lo… A seguir tu perfume por esa escale… Que nos lleva hasta el piso de una… Nada más necesario, más dulce ni m…
¡Damas altas, calandrias! Junten su elevación algazara y montaña, todavía crecientes gracias a la mañana
Respiro, Y el aire en mis pulmones Ya es saber, ya es amor, ya es ale… Alegría entrañada Que no se me revela
Conchas crujientes, conchas, conchas del Paraíso... Las descubren, perdidas para los dioses, indios. Entre las arenas los llaman
Siempre seré el forastero Que ve junto a la cancela Cómo elen el patio primero Mármol frío Vela
Pelados, tristemente naturales, en inmovilidad de largas crines desgarbadas, sumisos a confines abalanzados por los herbazales, unos caballos hay. No dan señales
Por un aire juvenil Ha vuelto la golondrina, Entre ventana y tejado —Buen ángulo—nidifica, Cruza con el pico abierto
En torno el crimen absoluto. vulgo, el vulgo más feroz, era un delirio de vulgaridad que llega a ser demente,
Sobre el hombro solitario, Tan ligero de tan, duro, (Mira a la aurora en apuro. Fuga del lirio precario) Guarda luces de un acuario,
Sí, más verdad, Objeto de mi gana. Jamás, jamás engaños escogidos. ¿Yo escojo? Yo recojo La verdad impaciente,
Tiempo en profundidad: está en jar… Mira cómo se posa. Ya se ahonda. Ya es tuyo su interior. ¡Qué tras… de muchas tardes, para siempre jun… Sí, tu niñez: ya fábula de fuentes…
Un recuerdo—pasado deleitoso— me ataca y se apodera tanto de mí que interna primavera me somete a su acoso. Aquel amor aun vibra