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Esquilones de plata Llevan los bueyes. —¿Dónde vas, niña mía, De sol y nieve? —Voy a las margaritas
Mi manzano tiene ya sombra y pájaros. ¡Qué brinco da mi sueño de la luna al viento! Mi manzano
Virgen con miriñaque, virgen de Soledad, abierta como un inmenso tulipán. En tu barco de luces
Bajo el naranjo, lava pañales de algodón. Tiene verdes los ojos y violeta la voz. ¡Ay, amor,
Cisne redondo en el río, ojo de las catedrales, alba fingida en las hojas soy; ¡no podrán escaparse! ¿Quién se oculta? ¿Quién solloza
Fuera la lluvia cae sin cesar... En mis cristales viene a tocar su sinfonía:
Crótalo. Crótalo. Crótalo. Escarabajo sonoro. En la araña
Ni tú ni yo estamos en disposición de encontrarnos. Tú... por lo que ya sabes. ¡Yo la he querido tanto!
¡Qué esfuerzo! ¡Qué esfuerzo del caballo por ser… ¡Qué esfuerzo del perro por ser go… ¡Qué esfuerzo de la golondrina por… ¡Qué esfuerzo de la abeja por ser…
Empieza el llanto de la guitarra. Se rompen las copas de la madrugada. Empieza el llanto
Una rosa en el alto jardín que tú… Una rueda en la pura sintaxis del… Desnuda la montaña de niebla impre… Los grises oteando sus balaustrada… Los pintores modernos en sus blanc…
La rosa no buscaba la aurora: Casi eterna en su ramo buscaba otra cosa. La rosa
Amanecía en el naranjel. Abejitas de oro buscaban la miel. ¿Dónde estará
Yo era. Yo fui, pero no soy. Yo era... (¡Oh fauce maravillosa