#EscritoresMexicanos
«Espíritu que naufraga en medio de un torbellino, porque manda mi destino que lo que no quiero haga; »frente al empuje brutal
Cristo dijo que allí donde nos reuniésemos en su nombre, estaría Él en medio de nosotros. No es, pues, extraño que aquella noche misteriosa en que hablábamos de Él con unción cordial, d...
Crepitan ya las velas en la ría; tú ¿por qué no te embarcas, alma m… —Porque Dios no lo quiere todavía… —Mira: piadosamente las estrellas nos envían sus trémulas centellas.…
¡Con ella, todo; sin ella, nada! Para qué viajes, cielos, paisajes, ¡Qué importan soles en la jornada! Qué más me da
¡Ay de mí! Cuantas veces, arrobad… en la contemplación de una quimera… me olvidé de la noble compañera que Dios puso a mi lado. —¡Siempre estás distraído! —me dec…
Si tras el negro muro de granito de la muerte hay un mundo, un más… al cruzar el dintel del infinito mi pregunta primer, mi primer grit… ha de ser: “Y ella, y ella, ¿dónde…
Era un ritmo: el que vibra en el e… como queja inmortal y se levanta y llega del Señor hasta el palacio ¡Un ritmo!, y en el cielo de topac… se perdió: ¡Como todo lo que canta…
Atiborrado de filosofía, por culpa del afán que me devora, yo, que ya me sabía dos gramos del vivir, nada sé ahor… De tanto preguntar
¡La muerte! Allí se agota todo es… allí sucumbe toda voluntad. ¡La Muerte! ¡Lo que ayer fue nues… hoy sólo es nuestra Nada!... ¡Ete… ¡Silencio!... El máximo silencio
quote|Now I must sleep ... BYRON To die, to sleep... to sleep... perchance to dreame. HAMLET, III, IV
¡Oh muerte, en otros días, que rec… sin emoción profunda, te tenía yo… En medio de la noche, incapaz de d… clamaba congojado: “Yo tengo que m… ¡Yo tengo que morir irremisiblemen…
Muerte, ¡cómo te he deseado!, ¡con qué fervores te he invocado!, ¡con qué anhelares he pedido a tu boca su beso helado! ¡Pero tú, ingrata, no has oído!
Te odio con el odio de la ilusión… ¡Retírate! He bebido tu cáliz, y… mis labios ya no saben dónde poner… mi carne, atormentada de goces, mu… Safo, Crisis, Aspasia, Magdalena…
Yo no debo irme: tengo que esperar hasta que la muerte venga a llamar… ¡Tengo que esperar! ¡Cuánto tarda, cuánto!... Pero el tiempo corre
Por esta selva tan espesa, donde nunca el sol penetró, buscando voy una princesa que se me perdió. Entre los árboles copudos,