#EscritoresEspañoles #Generación27
Hoy estoy más contento porque monto un caballo de veras, porque los estribos hechos de hier… aprietan un vientre desnudado. La dureza del mundo no existe, ni…
¿A quién amo, a quién beso, a quié… A veces creo que beso solo a tu so… a tu sombra para mis brazos humano… Y no es que yo niegue tu condición… oh nunca diosa que en mi lecho gim…
No. ¡Basta! Basta siempre. Escapad, escapad: sólo quiero, sólo quiero tu muerte cotidiana. El busto erguido, la terrible colu…
Mira tu mano, que despacio se muev… transparente, tangible, atravesada… hermosa, viva, casi humana en la n… Con reflejo de luna, con dolor de… mírala así crecer, mientras alzas…
Pero es más triste todavía, mucho… Triste como la rama que deja caer… Más triste, más. Como ese vaho que de la tierra exhala depués la… Como esa mano que del cuerpo tendi…
Negros de sombra. Caudales de lentitud. Impaciente se esfuerza en armar la luna sobre la sombra sus puentes. (¿De plata? Son levadizos
Una vieja llama y pide: ruega. Nadie escucha. Sólo el agua
Más allá de la vida, mi amor, más… Ahora ligeros, únicos, sobre un le… Poblamos a la noche sin límites, v… En muerte, oh hermosa mía, una noc… Sobre un seno azulado reposa bland…
Quiero tu nombre aquí, quiero pisar unas pestañas falsas, delicadas lombrices, rayos negros, esa tierra mojada, esas lágrimas f… Quiero pisar dientes o barro o alg…
Allá donde el mar no golpea, donde la tristeza sacude su melena… donde el aliento suavemente espira… no es una mariposa de metal, sino… Un aire blando y suave
Lo que yo no quiero es darte palabras de ensueño, ni propagar imagen con mis labios en tu frente, ni con mi beso. La punta de tu dedo,
Allá por las remotas luces o aceros aun no usados, tigres del tamaño del odio, leones como un corazón hirsuto, sangre como la tristeza aplacada,
No te acerques. Tu frente, tu ard… las huellas de unos besos, ese resplandor que aun de día se s… ese resplandor contagioso que me q… ese río luminoso en que hundo mis…
¿Cómo nació el amor? Fue ya en ot… Maduro el mundo, no te aguardaba ya. Llegaste alegr… ligeramente rubia, resbalando en l… del tiempo. Y te miré. ¡Qué hermo…
El mar castiga el clamor de las bo… que pasan sin miedo de pisar a los… a aquellos que besándose sobre la… toman formas de conchas de dos en… El mar bate sólo como un espejo,