(1960)
#EscritoresMexicanos de Después del sueño (1960)
Y no regreses nunca por el mismo camino. Espera que los vientos remuevan las montañas y que la selva cambie
Tú que estabas, estás y vas conmig… por la vuelta inconclusa de las ho… cuéntame qué tan hondo vacío el de… ¡y en la red protectora qué silenc… Que silenciosa urdimbre de arañas…
En mi aposento tengo un prisionero que no soy yo, que no eres tú, que no es aquel que nos rompió los… por fabricar collares.
Saludable será que nuestro cuerpo reconozca sus límites hasta encauzar sus vértigos, que nuestro cuerpo vaya por los la… pretendiendo flotar,
Va el hombre con su hermano asesin… y el viento no ha perdido la costu… de modelar el mar. A veces una lágrima le advierte pero no siente ya.
Dejaste de contar con la sorpresa o sin duda fue ella quien dejó de asomarse por los huecos del tiempo. Dejaste de atisbar a la sorpresa
Era todo tan leve como el punto más liviano del sol cuando amanece… Era todo tan suave como el higo picoteado de pájaros con sueño. Era luz que se quiebra en tu sonri…
Me duele verte vivir sentir el río de tu cuerpo lleno de barcos y arrecifes. Me duele ver que te desangras lejos de la virtud de los geranios…
Para decir azul no es necesario tener el cielo entre las manos, basta lavar el alma cada día y arrancar al amor lo extraordinar… Para excavar la luz ya no es preci…
Eres solo el reflejo del reflejo de otro espejo que está dentro de tí. Y el más oculto de tus espejos
Mi mano en el espejo es algo más que un paso derrotándome la carne. Brillan sus cinco dagas temerosas como excavando letras vírgenes en la cera imantada del silencio.
Amaso el mismo pan todas las noche… mas no lo desayuno al día siguient… su levadura carece de energía para llevarme al sitio de tus ojos… El pan toca el misterio
Si no viene hoy te sacaré de tu sombrero cordobés como si fuera un palomo de alas ní… Si no vienes hoy arrojaré tus cart… para mirarlos destrozados por la h…
No la noche. Ni el telegrama urgente. Ni las orejas grises. Ni las plagas en llamas. El amor es un lirio
No la noche. Ni el telegrama urgente. Ni las ojeras grises. Ni las plazas en llamas. El amor es un lirio