(1960)
#EscritoresMexicanos de Después del sueño (1960)
Para decir azul no es necesario tener el cielo entre las manos, basta lavar el alma cada día y arrancar al amor lo extraordinar… Para excavar la luz ya no es preci…
Era todo tan leve como el punto más liviano del sol cuando amanece… Era todo tan suave como el higo picoteado de pájaros con sueño. Era luz que se quiebra en tu sonri…
Tú que estabas, estás y vas conmig… por la vuelta inconclusa de las ho… cuéntame qué tan hondo vacío el de… ¡y en la red protectora qué silenc… Que silenciosa urdimbre de arañas…
Como te decía, mi pequeña Mariana… Al único que no hemos podido inter… ¿Se refería tal vez a que los sueñ… Eso, mi querida Mariana, presient…
Amaso el mismo pan todas las noche… mas no lo desayuno al día siguient… su levadura carece de energía para llevarme al sitio de tus ojos… El pan toca el misterio
Dejaste de contar con la sorpresa o sin duda fue ella quien dejó de asomarse por los huecos del tiempo. Dejaste de atisbar a la sorpresa
Antes de morir la vida se te vuelve fácil como cuando en un empleo aprendes… y al día siguiente te despiden. Algunas horas antes de morir
¿Serás la música mañana o serás simplemente el fugitivo huésped de la canción? ¿Serás el esencial y adormecido lirio de la palabra?
Eres sólo el reflejo del reflejo de otro espejo que está dentro de ti. Y el más oculto de tus espejos,
Mi mano en el espejo es algo más que un paso derrotándome la carne. Brillan sus cinco dagas temerosas como excavando letras vírgenes en la cera imantada del silencio.
Saludable será que nuestro cuerpo reconozca sus límites hasta encauzar sus vértigos, que nuestro cuerpo vaya por los la… pretendiendo flotar,
Sin palabras quiero guardarte, sin memoria, sin espectros, sin ningún más allá que nos pregun… sin ningún más acá que nos contest… Guardarte elemental y simplemente
Es que alguna mañana despertamos, y ya no padecemos por lo que tanto ha muerto. Nos vamos poco a poco cubriendo en polvo de oro
En mi aposento tengo un prisionero que no soy yo, que no eres tú, que no es aquel que nos rompió los… por fabricar collares.
No la noche. Ni el telegrama urgente. Ni las orejas grises. Ni las plagas en llamas. El amor es un lirio