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Leyendo un claro día mis bien amados versos, he visto en el profundo espejo de mis sueños que una verdad divina
Mirad: el arco de la vida traza el iris sobre el campo que verdea. Buscad vuestros amores, doncellita… donde brota la fuente de la piedra… En donde el agua ríe y sueña y pas…
Lo recuerdo... Un pintor me lo re… no en el lino, en el tiempo. Rostr… sobre el rojo manchón de la corbat… bajo el amplio sombrero; resoluto el ademán, y el gesto petulante
Desde el umbral de un sueño me lla… Era la buena voz, la voz querida. —Dime: ¿vendrás conmigo a ver el a… Llegó a mi corazón una caricia. —Contigo siempre... Y avancé en m…
El demonio de mis sueños ríe con sus labios rojos, sus negros y vivos ojos, sus dientes finos, pequeños. Y jovial y picaresco
Maldiciendo su destino como Glauco, el dios marino, mira,… de llanto, el mar que le debe su b… Él sabe que un Dios más fuerte con la sustancia inmortal está jug…
Un amor que conversa y que razona, sabio y antiguo –diálogo y presenc… nos trajo de su ilustre Barcelona; y otro, distancia y horizonte: aus… que es alma, a nuestro modo, le of…
center Una larga carretera entre grises peñascales, y alguna humilde pradera donde pacen negros toros. Zarzas,…
Francisco a Pedro Salinas: Si el arte es fuego, será con sombras divinas, juego de manos de ciego.
Que el caminante es suma del camin… y en el jardín, junto del mar sere… le acompaña el aroma montesino, ardor de seco henil en campo ameno… que de luenga jornada peregrino
Nunca perseguí la gloria ni dejar en la memoria de los hombres mi canción; yo amo los mundos sutiles, ingrávidos y gentiles
Y nunca más la tierra de ceniza he de volver a ver, que el Duero a… ¡Oh loma de Santana, ancha y maci… placeta del Mirón; desierta plaza con el sol de la tarde en mis balc…
Tus versos me han llegado a este r… regio presente en arcas de rica ta… que guardan, entre ramos de castel… narcisos de Citeres y lirios de J… En tu árbol viejo anida un canto a…
Soñé que tú me llevabas por una blanca vereda, en medio del campo verde, hacia el azul de las sierras, hacia los montes azules,
Era mía noche del mes de mayo, azul y serena; sobro el agudo ciprés brillaba la luna llena, iluminando la fuente