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Abejaruco. En tus árboles oscuros. Noche de cielo balbuciente y aire tartamudo. Tres borrachos eternizan
La rosa no buscaba la aurora: Casi eterna en su ramo buscaba otra cosa. La rosa
En la mañana verde, quería ser corazón. Corazón. Y en la tarde madura quería ser ruiseñor.
¡Alto pinar! Cuatro palomas por el aire van. Cuatro palomas vuelan y tornan. Llevan heridas
Bajo el naranjo, lava pañales de algodón. Tiene verdes los ojos y violeta la voz. ¡Ay, amor,
Verde rama exenta de ritmo y de pájaro. Eco de sollozo sin dolor ni labio. Hombre y Bosque.
La muerte entra y sale de la taberna. Pasan caballos negros y gente siniestra
Las piquetas de los gallos cavan buscando la aurora, cuando por el monte oscuro baja Soledad Montoya. Cobre amarillo, su carne,
Corazón de almendra amarga. (Llegan tres jóvenes con anchos sombreros.) (Ranas y grillos hacen la glorieta del estío andaluz. El AMARGO camina con las ...
Enrique, Emilio, Lorenzo. Estaban los tres helados: Enrique por el mundo de las camas;
Yo decía: “Tarde” Pero no era así. La tarde era otra cosa que ya se había marchado. (Y la luz encogía
No te conoce el toro ni la higuera… ni caballos ni hormigas de tu casa… No te conoce el niño ni la tarde porque te has muerto para siempre. No te conoce el lomo de la piedra,
Cuando sale la luna se pierden las campanas y aparecen las sendas impenetrables. Cuando sale la luna,
Yo quiero que el agua se quede sin… Yo quiero que el viento se quede s… Quiero que la noche se quede sin o… y mi corazón sin la flor del oro. Que los bueyes hablen con las gran…
La señorita del abanico, va por el puente del fresco río. Los caballeros