De “Ars moriendi”, 1922
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Antonio, en los acentos de Cleopa… la copa de oro olvida que está de… Y, creyente en los sueños que evoc… toda en los ojos tiene su alma de… La reina, hoja tras hoja, deshojan…
¡Oh la paz, oh la paz, oh la bendi… paz de un paisaje matinal!... ¡Cri… de mi ventana al campo!... ¡Oh la… de la copla entre los cañaverales! Frente al sol generoso, junto al r…
Canto de soleares, hondo cantar del corazón, hondo cantar. Reina de los cantares. Madre del canto popular.
De celeste y blanco viste el pueblecillo..., de blanco y celeste. Y el viejo a lo noble, joven a lo alegre,
Largas tardes campestres; alamedas rosadas; aire delgado que el aroma apenas sostiene de la acacia; huerto, pinar... Llanuras de oro v…
Casi todo alma, vaga Gerineldos por esos jardines del rey, a lo lejos, junto a los macizos
La hora cárdena... La tarde los velos se va quitando... El velo de oro..., el de plata. La hora cárdena... «Aún es temprano».
¡Oh el sotto voce balbuciente, osc… de la primer lujuria!... ¡Oh la de… del beso adolescente, casi puro!..… ¡Oh el no saber de la primer caric… Despertase de amor entre cantares
Morir es... Una flor hay, en el s… —que, al despertar, no está ya en… de aromas y colores imposibles... Y un día sin aurora la cortamos. II
Nadie más cortesano ni pulido que nuestro Rey Felipe, que Dios… siempre de negro hasta los pies ve… Es pálida su tez como la tarde, cansado el oro de su pelo undoso,
Sé buena. Es el secreto. Llora, o… Que se asome a tus ojos y a tus la… la ternura de tu corazón, sin las… flores de trapo de la retórica van… ¡Oh la sabiduría en amor! ¡Si tú…
Por una de esas raras reflexiones de la luz, que los físicos explicarán llenando de fórmulas un libro... Mirándome las manos
¡Oh la dorada carne triunfadora de esta gentil madona veneciana, que ha sido Venus, Dánae, Diana, Eva, Polymnia, Cipris y Pandora!… ¡Oh gloria de los ojos, golosina
Es noche. La inmensa palabra es silencio... Hay entre los árboles un grave misterio... El sonido duerme,
“José Antonio, ¡Maestro!... ¿En… en qué sol, en qué estrella peregr… montas la guardia? Cuando a la div… bóveda miro, tu respuesta espero. Toda belleza fue tu vida clara.