#EscritoresEspañoles
Los rayos que a tu padre son cabel… Barba, Esculapio, a ti peinas en… Tu facultad en lira humilde implor… Dicte números Clío para ello. Asiste al que dos mundos, garzón b…
A la que España toda humilde estr… Y su horizonte fue dosel apenas, El Betis esta urna en sus arenas… Majestuosamente ha levantado. ¡Oh peligroso, oh lisonjero estado
En los pinares de Júcar Vi bailar unas serranas, Al son del agua en las piedras Y al son del viento en las ramas. No es blanco coro de ninfas
Vuela, pensamiento, y diles A los ojos que te envío Que eres mío. Celosa el alma te envía Por diligente ministro,
Sacra planta de Alcides, cuya ram… Fue toldo de la yerba, fértil soto Que al tiempo mil libreas le habéi… De frescas hojas, de menuda grama: Sed hoy testigos destas que derram…
Nilo no sufre márgenes, ni muros Madrid, oh peregrino, tú que pasas… Que a su menor inundación de casas Ni aun los campos del Tajo están… Émula la verán siglos futuros
En vez, Señora, del cristal lucie… Licores nabateos espirante, Los faroles, ya luces de Levante, Las banderas, ya sombras de Occid… Las fuerzas litorales, que a la fr…
—¡A la Mamora, militares cruces! ¡Galanes de la Corte, a la Mamora… Sed capitanes en latín ahora Los que en romance ha tanto que so… ¡Arma, arma, ensilla, carga! —¿Qu…
Anacreonte español, no hay quien o… Que no diga con mucha cortesía, Que ya que vuestros pies son de el… Que vuestras suavidades son de arr… ¿No imitaréis al terenciano Lope,
Ilustre y hermosísima María, Mientras se dejan ver a cualquier… En tus mejillas la rosada aurora, Febo en tus ojos, y en tu frente e… Y mientras con gentil descortesía
Cantastes, Rufo, tan heroicamente De aquel César novel la augusta h… Que está dudosa entre los dos la g… Y a cuál se deba dar ninguno sient… Y así la Fama, que hoy de gente e…
Tres veces de Aquilón el soplo ai… Del verde honor privó las verdes p… Y al animal de Colcos otras tanta… Ilustró Febo su vellón dorado, Después que sigo (el pecho traspas…
Allá darás, rayo, En cas de Tamayo. De hospedar a gente extraña, O Flamenca o Ginovés, Si el huésped overo es
Ánsares de Menga al arroyo van: ellos visten nieve, él corre cristal. El arroyo espera
Mátanme los celos de aquel andaluz: hágame, si muriere, la mortaja azul. Perdí la esperanza