#EscritoresEspañoles
Parió la Reina; el Luterano vino Con seiscientos herejes y herejías… Gastamos un millón en quince días En darles joyas, hospedaje y vino. Hicimos un alarde o desatino,
Éste, que en traje le admiráis tog… Claro, no a luces hoy de lisonjero Pincel, sino de claro caballero, Esplendor del Buendía que le ha d… Éste, ya de justicia, ya de estado…
Música le pidió ayer su albedrío A un descendiente de don Peranzul… Templáronle al momento dos baúles Con más cuerdas que jarcias un nav… Cantáronle de cierto amigo mío
Piadoso hoy celo, culto cincel hecho de artífice elegante, de mármol espirante un generoso anima y otro bulto, aquí donde entre jaspes y entre or…
Los montes que el pie se lavan En los cristales del Tajo, Cuando las frentes se miran En los zafiros del cielo, Tiranizados tenía
Montaña inaccesible, opuesta en va… Al atrevido paso de la gente (O nubes humedezcan tu alta frente… O nieblas ciñan tu cabello cano), Caistro el mayoral, en cuya mano
¡Oh excelso muro, oh torres corona… De honor, de majestad, de gallardí… ¡Oh gran río, gran rey de Andaluc… De arenas nobles, ya que no dorada… ¡Oh fértil llano, oh sierras levan…
Oh marinero, tú que, cortesano, Al Palacio le fías tus entenas, Al Palacio Real, que de Sirenas Es un segundo mar napolitano, Los remos deja, y una y otra mano
Purpúreo creced, rayo luciente Del Sol de las Españas, que en do… Ya trono el Tíber os verá sagrado Leyes dar algún día a su corriente… De coronas entonces vos la frente,
Teatro espacïoso su ribera El Manzanares hizo, verde muro Su corvo margen, y su cristal puro Undosa puente a Calidonia fiera. En un hijo del Céfiro la espera
Generoso esplendor, sino luciente, No sólo es ya de cuanto el Duero… Toro, mas del Zodíaco de España, Y gloria vos de su madura frente. ¿Quién, pues, región os hizo difer…
Vuelas, oh tortolilla, y al tierno esposo dejas en soledad y quejas; vuelves después gimiendo, recíbete arrullando,
Entre los sueltos caballos De los vencidos Cenetes, Que por el campo buscaban Entre la sangre lo verde, Aquel español de Orán
Diez años vivió Belerma Con el corazón difunto Que le dejó en testamento Aquel francés boquirrubio. Contenta vivió con él,
Éntrase el mar por un arroyo breve Que a recibillo con sediento paso De su roca natal se precipita, Y mucha sal no sólo en poco vaso, Mas en su ruina bebe,