#EscritoresChilenos
Que vivan los días libres, viva el San Lunes, viva el San Guish, viva la Semana Santa, viva el Dieciocho y el chacolí.
Venían del desierto, de los cerros y del mar, el corazón se desató y largó a caminar. Sabían de la muerte
Yo pregunto a los presentes si no se han puesto a pensar que esta tierra es de nosotros y no del que tenga más. Yo pregunto si en la tierra
Vidala, tengo una pena, te quise con mala suerte. Vidala, así es la vida, como pa’ querer la muerte. Mi sangre hubiera dado
En el río Mapocho mueren los gatos y en el medio del agua tiran los sacos, pero en las poblaciones
Del poeta y cantor Atahualpa Yupanqui Preguntitas sobre dios Un día pregunte yo ¿abuelo donde esta dios?
Busco un amor en el viento amor que llevo conmigo enredado en los recuerdos. Busco un amor olvidado y voy muriendo mi vida
Herminda de la Victoria murió sin haber luchado derecho se fue a la gloria con el pecho atravesado. Las balas de los mandados
Yo no canto por cantar ni por tener buena voz, canto porque la guitarra tiene sentido y razón. Tiene corazón de tierra
Cuando el sol se inclinaba, lo encontré, en un rancho sombrío, de Lonquén, en un rancho de pobres,
La calle se me hace estrecha con la alegría que tengo, sin haberlo imaginado, cariño mío, te encuentro. Ir y venir luchando
Estaba la beata un día enferma del mar de amor el que tenía la culpa, era el fraile confesor. Chiribiribiribiri,
Dicen que los ricachones, caramba, están muy extrañados. Dicen porque los rotitos, caramba, se han puesto alzaos. Álzame esas paredes,
Las casitas del barrio alto con rejas y antejardín, una preciosa entrada de autos esperando un Peugeot. Hay rosadas, verdecitas,
Ya parte el galgo terrible a matar niños morenos. Ya parte la cabalgata la jauría se desata exterminando chilenos